SI es cierto que obras son amores, el Museo de Bellas Artes debe andar sobrado de amores. Porque las obras están a la vista. Las de arte, claro. Y ahora también obras de las de pico y pala.

La ampliación de pinacoteca bilbaina es un soberbio proyecto, pero tiene sus inconvenientes. Y, como cuando una reforma en casa fuerza a la familia a irse a duchar al piso de la abuela, la 25 edición del ciclo de conferencias que promueven anualmente y al alimón el Museo y la Fundación de Amigos del Museo del Prado debe alojarse fuera del que ha sido su habitual espacio.

Miguel Zugaza, director del Bellas Artes, lo señaló durante su intervención de apertura desde el atril de la Sala BBK. “Agradezco a la BBK que, en estas bodas de plata, no solo patrocinen las conferencias, si no que, además, nos hayan puesto muy fácil venir a este auditorio en plena Gran Vía”, dijo.

De este modo, la serie de conferencias sobre la figura de Pedro Pablo Rubens se desarrollará en la citada sala hasta el 15 de marzo. Serán un total de nueve disertaciones sobre el prolífico pintor nacido en 1570 en Colonia, radicado en Amberes y que pasó largas temporadas tanto en Italia como en España.

Con un uso de la voz casi radiofónico y una serie de metáforas en su mayoría fluviales, Miguel Zugaza aproximó a la audiencia al talento de Rubens y presentó al protagonista de la tarde: Alejandro Vergara, doctor en Historia del Arte por el Institute of Fine Arts de la New York University, con tesis doctoral dedicada a la relación de Rubens con España.

Y, aunque en aquel momento pudiera parecer imposible, el manejo de la voz por parte de Vergara era aún más perfecto que el de Zugaza. Ambos se congratularon de haber compartido equipo de trabajo en el periodo del vizcaino al frente del Museo del Prado. Vergara afirmó que, con el tiempo, ese periódo sería valorado como histórico.

La amplia Sala BBK lucía para entonces algo más de tres cuartos de entrada. No son tan frecuentes los eventos que puedan presumir de lo mismo. Conclusión: la cultura, el arte, la pintura o, al menos, Rubens interesan a la gente.

Y que nadie se dibuje en el rostro una sonrisa sardónica con el argumento de que “todo lo gratis llena”. Nada de eso. Es preciso rascarse el bolsillo para adquirir el abono al ciclo de conferencias. Incluso para lograr un abono para el acceso on line. En la sala, público de toda edad y condición: desde estudiantes con el acné reciente, hasta personas en dinámica etapa longeva.

Alejandro Vergara no defraudó al hablar de ‘La grandeza de Rubens’. Vozarrón, proyección de imágenes a su espalda y un caudal de conocimientos sobre el pintor, su época y las corrientes artísticas que, pudiendo apabullar, medía cuidadosamente para resultar estimulante.

Escucharon su exposición el conservador del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Guillermo Zuaznabar; la gerente de la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao, Leire Jaureguibeitia; la directora de comunicación de la pinacoteca bilbaina, Marta García Maruri; el director de la Obra Social de la BBK, Gorka Martínez; o Koldo Bilbao, responsable del Área de Personas de la BBK.

Prestaba atención el pintor Ignacio Goiria, así como Rosamari Gallarzagoitia –tía del golfista de Barrika, Jon Rham– que acudió con su amiga Conchi Soret Aguirre.

No se perdían ripio Luisa Santos, Armando Díez, Pilar López Vallejo, Pepa Sada, Luisa Santos, Armando Díez, Itziar Menéndez, Marlene Sáez, José Ignacio Aguirregomoscorta, Conchi Aramburu, Jesús María Olarticoechea, Francisco Rodríguez Sepúlveda, Silvia Motilva, Itziar Marzana, José Carlos Anasagasti, Elene del Valle o Eva González.

El próximo 25 de enero, el director del Museo del Prado, Miguel Falomir, disertará sobre Rubens y la genealogía de la pintura.