L primer periódico impreso en el mundo se publicó en Estrasburgo en 1605, con el título Relation aller Fürnemmen und gedenckwürdigen Historie. Leído aquí, en Euskadi, la cabecera hace que salte en mil añicos uno de los principales mandamientos del oficio: claridad en el mensaje. Como sé de qué les hablo les diré que no hay ningún sacerdocio más alto que el del periodista; pero, por lo mismo, también que no hay sacerdocio que imponga más deberes y que se exponga a más dificutades. Se trata de un oficio en el alambre permanente: por la precariedad laboral, acentuada con el paso de los años; por el deseo de manejar la información al antojo de cada cual, por la censura directa o la autocensura, por ese pensar que van a contar lo que yo diga si estoy sentado en el trono. Por las informaciones interesadas, los muros y las posverdades. Disculpen el desahogo. Ahora les cuento lo que venía a decirles.

La Sala BBK de la Gran Vía acogió ayer la gala de entrega de los Premios Periodismo Vasco 2021 que organiza la Asociación Vasca de Periodistas-Euskal Kazetarien Elkartea y el Colegio Vasco de Periodistas-Kazetarien Euskal Elkargoa, tribunas ambas donde gobierna Txuskan Coterón. Llevaron las riendas de la ceremonia feliz de los aplausos los periodistas Jon Uriarte e Idoia Jauregi. Hubo de entrada, eso sí, un momento negro: el recuerdo de los caídos a lo largo de este año azotado aún por la pandemia. Desde David Beriain y Roberto Fraile, asesinados en un ataque en Burkina Faso mientras realizaban un documental sobre la caza furtiva (recibieron, poco después, el premio José María Portell a la Libertad de Expresión que recogieron, en sus nombres, Daniel Fraile, Lydia Marcos y Rosaura Romero), hasta los dos expresidentes de la Asociación, Lucía Martínez Odriozola y Antonio Pettit Caro, pasando por camaradas que se fueron.

Arrancó el momento de los laureles con la celebración del 40 aniversario de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU en la categoría de Personaje o Institución Social, distinción que recogió la decana Ana Irene del Valle Loroño (el consejero Bingen Zupiria recordó entonces que en 1977 se manejó un lema en aquellas aulas: "Euskadi necesita informadores vascos" que hoy sigue vigente...) con la esperanza de que el oficio siga en pie.

No fueron las únicas distinciones. El Premio Periodistas Vascos recayó en Begoña del Teso, "una veterana divulgadora y comentarista de cine"; el premio a la Trayectoria Profesional a la larga carrera de Mirentxu Purroy; el Periodismo Digital-Nuevas Narrativas fue para el Blog Rioja Alavesa del periodista Julio Flor; el Juantxu Rodríguez de Fotoperiodismo, para Ángel Ruiz de Azua, toda una vida en DEIA, y el Premio Periodismo Ambiental, para Eva Caballero, periodista y directora del programa La Mecánica del Caracol de Radio Euskadi.

Ni un pero que ponerles. A la cita, acudieron, además de los ya citados, el alcalde Juan Mari Aburto, Ana Otadui, el ya nombrado Bingen Zupiria, Vicente Reyes; el director general de BBK, Gorka Martínez; Itxaso Atutxa, Joseba San Nicolás, de Euskaltel, Xabier Ochandiano, Sergio Murillo, Begoña Villegas, Irari Knörr, Amaya Goikoetxea, Nekane Lauzirika, Arturo Trueba, Juan Manuel Gutiérrez, el actor Antton Bastero, el cantante Andoni Basabe, Mikel Franco, Marta F. Rivera, José Manuel Alonso, Jon Ortuzar, Xabier Basañez, del BEC, Juan Carlos Abascal, Juan José Valdelana, Isidro Elezgarai, de Unicef; el alcalde de Portugalete, Mikel Torres, Alfonso Gil, Eneko Andueza, María Jesús Cava, Julio Diéguez, Begoña Zambrano, Xabier Aja, María Jesús Gandariasbeitia, Félix Maura, Verónica Portell; Patxi Pérez, presidente de la Asociación Navarra de Periodistas, Jone Goirizelaia, Carmelo Lezana y otra buena gente.

La Sala BBK acogió la entrega de los Premios Periodismo Vasco 2021 en una gala dirigida por Jon Uriarte e Irene Jauregi

La ceremonia recordó las dificultades del oficio en la pandemia y el asesinato de David Beriain y Roberto Fraile en Burkina Faso