AY un cine de evasión y entretenimiento, esencial como contrapunto a la dura, gris o peleada vida que nos toca en cada momento. Es el clásico cine de palomitas. Otro, de arte y ensayo, que para profanos como quien esto escribe ejerce un poderoso efecto somnífero. Hay películas que se hacen necesarias -algunas de ellas, incluso imprescindibles...- para comprender cuanto ocurre, aplaudiéndolo o denunciándolo, según se tercie y hay películas (sí, también...) que no merecen ni siquiera la lectura de los títulos de crédito. Y luego está otro del que vengo a hablarles, el cine de primera necesidad. El pan que alimenta y el agua que sacia la sed. Es lo que se conoce, en según qué círculos, como el cine social.

El equipo de Caostica lleva ya doce años trabajando en Gizazinea, un programa de cine, series y otros formatos audiovisuales que se centra en lo social. Proyectan cintas y propuestas difíciles de ver en el circuito comercial pero que se antojan urgentes y necesarias en según qué momentos y circunstancias.

El programa Gizazinea quiere aunar la educación en valores y los derechos humanos, con la creación artística y audiovisual, para propiciar un acercamiento a algunos temas de actualidad, como pueden ser la lucha de las mujeres por la igualdad, la diversidad funcional, la privación de libertad, la violencia institucional o el refugio, a través del cine, las artes plásticas, la música o la literatura, con el objetivo de fomentar la reflexión, el coloquio y la abierta tolerancia.

Ayer pasaron una página más en Bilborock, donde gente de Caostica como Xabier Uria, Jon Dopico o Iñigo Portillo dieron la bienvenida a los asistentes a la cita. La convocatoria anunciaba la proyección de Encrucijada, una obra audiovisual firmada por Borja Crespo por encargo de Cruz Roja y un posterior coloquio en el que participaron el propio realizador, el guionista Pablo Lara, quien intervino por streaming, así como con Belén Atxutegi y Aaron Rodríguez en nombre de Cruz Roja Bizkaia.

Encrucijada está pensada como un homenaje al voluntariado en forma de miniserie que The Mediapro Studio ha producido para Cruz Roja. Inspirada en historias reales y con cuatro episodios, los cortos, interpretados por Jaime Blanch, Maria de Nati o César Mateo, entre otros, tocan la fibra, lo más sensual que se puede tocar estos días de distancias sociales y peligros de contagio en asuntos de roce. La Cruz Roja ha emitido este impulso para que las personas, sobre todo los más jóvenes, tomen la decisión vital de hacer voluntariado, en un tiempo donde la acción voluntaria es ahora más necesaria que nunca por la crisis del coronavirus.

A media tarde se abrieron las puertas de Bilborock donde todo estaba ya dispuesto. En el exterior ya se encontraban Susana Miravalles, Sergio Muñoz, de acá para allá con hatillo de libros; Daniel León, Marina Aparicio; el fotógrafo de Cruz Roja Daniel Blanco; quien fuera presidente de la Cámara del Libro de Euskadi, Lorenzo Portillo, David León, Borja Rodríguez, Gustavo Peña, Amara Mosteiro, de ECCBI, y Agurtzane Garona entre otros.

El programa se extenderá hasta el lunes venidero. Les contaré, para no extenderme tanto como el programa, que hoy se vivirá la presentación del libro Faros en las tinieblas con Ina Robles y Joan Solé al aparato, un libro dedicado al activismo como fenómeno global, a través de más de un centenar de luchas que merecen ser contadas (junto a Hibai Arbide hablarán de lo escrito...) como preámbulo de la proyección de Barzaj una creación audiovisual de Alejandro Salgado y consiguiente coloquio, en esta ocasión con la presencia de Ongi Etorri Errefuxiatuak, más en concreto de Ana Elena Altuna, integrante de OEE, Melilla Sarean. Como ven, Gizazineak 11 profundiza en asuntos de hondo calado. Primera necesidad.

Gizazinea, programa avivado por Caostica, presenta en Bilborock la obra ‘Encrucijada’ en el afán de defender valores y derechos humanos

Se trata de un homenaje al voluntariado en forma de miniserie que The Mediapro Studio ha producido para Cruz Roja