L californiano David Hornback es un personaje singular: atesora más de 38 años de experiencia como fotógrafo en periódicos en los Estados Unidos, y diversos trabajos profesionales independientes desarrollados en Berlín, Sevilla, Estambul, Tucson, San José y Bilbao. Basta con echar un vistazo a su libro de ruta de la vida para quedarse boquiabierto. Fue premio Pulitzer por su cobertura del terremoto de Loma Prieta, cerca de San Francisco, en 1989 para el San Jose Mercury News. Cubrió la caída del Muro de Berlín en 1989 para el propio San Jose Mercury News, el Knight Ridder News Service y Reuters y ha trabajado como freelance para National Geographic. En 2004 acudió, en compañía de veteranos estadounidenses a las playas de Normandia, 60 años después de la invasión, para una revista de Texas.

Hoy David es profesor de Blackkamera del curso de fotografía de calle que se imparte en Bilbao. Ayer sorprendió a su gente más cercana, mostrándoles una nueva faceta artística, el dibujo. Para ello les invitó a la inauguración celebrada en la galería Aldama Fabre de Bilbao que gobierna Eugenia Griffero Fabre, galerista y curator del espacio, cuyas puertas abrió para una jornada especial. Todas las visitas a la galería posteriores a la inauguración se tendrán que solicitar con cita previa así que ayer se vivió una jornada única.

La exposición, celebrada en la galería situada en la plaza de los Tres Pilares llevaba por título Shittels y resulta llamativa. Cierren los ojos y viajen a bordo de su memoria hasta los felices años del colegio. Piensen en los garabatos que hacían a bolígrafo, lápiz y crayones. Esa es la técnica. Todo tiene su porqué. Junto a las 63 obras que cuelgan en las paredes de la galería se presenta un libro de fotografías del propio David en el que están inmortalizadas las sensaciones que, según se intuye, están tachadas en la obra gráfica.

La inauguración latió con la fuerza de un corazón joven. Fue trepidante. A la misma se sumaron Olga Iradier y Ana Giménez, de FIG Bilbao; Joserra Blasco, Javier Díaz de Lezana quien llegó con la noticia en negro del fallecimiento de Santiago Iriarte (un goian bego en su memoria...), Begoña Gaztañaga, Myriam Guarrotxena; el director de Bilbao Centro, Juan Zapater, Blanca Uria, Henry Gangoiti, Susana Gil, Ane Etxebarria; quien fuera diputado general de Bizkaia, Josu Bergara, acompañado por Rosa Ede, María Alonso; la fotógrafa del Museo Guggenheim, Erika Ede,y una legión de gente que se sumó al estallido de vida entre tachones.

De la galería a la plaza y viceversa, la gente se movía con ímpetu. En inglés shittels equivale a una de esas escrituras a vuelapluma de complicada caligrafía, una de esas notas que se toman con prisa y luego cuesta entender. Lo intentaron -es un decir jocoso...- los bailarines Boni Martín y María Andrés; Alicia Martín, Margarette Halley, mujer con apellido interestelar, de cometa en el espacio; Elena Oguza, Juan Carlos Rodríguez, Guillermo Barrutieta, Aintzane Bolinaga, Karmele Ugalde, Jugatx Astorkiza, Idoia Bediaga y Mirian Inza. Disfrutaban con lo expuesto y con el reencuentro, algo propio de estos días de despereces, si es que se puede decir así.

El propio David describe su obra como "entradas de diario rayadas, garabateadas y ofuscadas". A la hora de explicarlo lo hace así: A lo largo de los años, sin proponérmelo, he ido creando una forma escrita que me permite expresarme, aun sin exponer mis pensamientos a quien me lee. He nombrado los escritos que salen de este modo: shittels. Es una combinación de la palabra inglesa scribble (garabato) y la palabra alemana Zettel. Scribble significa escribir o dibujar algo descuidadamente o apresuradamente. También se refiere a la escritura a mano que es difícil de leer. Zettel se puede traducir como una nota, algo escrito rápidamente en un papel.

La galería Aldama Fabre, ubicada en la plaza de los Tres Pilares, inaugura la muestra 'Shittels' de vuelta a la vida alegre

El californiano David Hornback, fotógrafo con un Pulitzer en sus cámaras, presentó un exposición de dibujos que atrajo miradas