LAS obras de teatro generan distintos efectos en las personas que acuden a verlas. En algunos casos, las parejas o los grupos llegan a las puertas de la sala conversando calmadamente, caminando despacio, con actitud relajada. Es como si quisieran disfrutar del momento, gozar de la decoración del atrio del edificio, sentir la escalinata o percibir la moqueta bajo los pies. Sin apuro.

El Precio, de Arthur Miller, debe ser de las que generan justo el efecto contrario. Puede que debido al prestigio del dramaturgo estadounidense. O por el runrún de admiración que ha generado la propia obra, que puede presumir de un larguísimo y exitoso recorrido. O quizá motivado por un cuarteto de actores de sobra de conocido y que integran Gonzalo Castro, Tristán Ulloa, Eduardo Blanco y Elisabet Gelabert.

Por cualquiera de estas razones, a saber, el río de gente que se adentraba ayer al estreno, era presuroso, de paso apretado, rapidez en agarrar el programa de la obra casi al vuelo, y precipitación por alcanzar la butaca. Pero no en los minutos próximos a la llamada a apagar los móviles. No, desde media hora antes. Es como si se hubiera extendido una necesidad por ver El Precio.

La versión que dirige Silvia Munt, que ayer se encontraba en Londres, permanecerá en el Teatro Arriaga hasta este domingo 3 de marzo. Tras la muerte de sus padres, dos hermanos se citan con un tasador en el desván de la casa familiar para poner precio a muebles y enseres. Esa es la premisa de la que se vale el genial y prestigioso Miller para desnudar el alma humana.

Mientras el director gerente del Arriaga, Ignacio Malaina, atendía al teléfono en el recibidor del teatro, pasaron ante sus ojos personalidades como el actor Antonio Rupérez, el veterano locutor radiofónico Javier Reino, el crítico Pedro Barea, Juanjo Alonso y su esposa, Elena Medievo, el músico Natxo de Felipe o el conocido activista prorregulación del cannabis Martín Barriuso.

Coincidieron el dramaturgo y escritor David Barbero y el especialista en literatura y cine Félix Linares, en compañía de Maite Valverde y Mari Carmen Lirio.

El profesor de literatura del instituto Zaraobe de Amurrio, Carlos López, recomendó la obra de Arthur Miller a su alumnado, y se presentaron en el Arriaga Ainhoa García, Irati López, Joane Ruiz, Jone Urruela y Ainize Peña, entre otras estudiantes del centro.

Del Trapagaran llegaron juntas cuatro amigas: Mari Carmen Díaz, Cipriana Salmón, Aurora Ramos e Isabel Martín. De mucho más lejos, el norteamericano Brent Baker y el francés Thomas Román, que acudieron con la barakaldarra Rakel Sánchez.

También se acercaron a disfrutar del talento del autor neoyorquino, así como de las interpretaciones del elenco de actores, María Rodríguez, Jon Mugarra, Maritxu Iribarren, Pedro Sainz de la Maza, Carmen Alday o Andoni Landaluce.