- Bajo el paraguas, cuando el viento lo permitía y no arramplaba con él, en la desapacible mañana de ayer, Erandio presionó el botón de la máquina del tiempo para viajar por la orilla de la ría a su época industrial y visualizar los oficios de aquel entonces: el de las cargueras, que contra viento y marea y en condiciones temporales horribles y en unas salariales mucho peores, se dejaban hasta el último aliento para transportar el mineral; el de los anguleros, que salían también en la época del año en la que el cielo más enfadado estaba a buscar su recompensa -y ojo, que también se cogían ostras en la ría a la altura de Erandio-; o el de las sirgueras, las mujeres que hacían el trabajo de bueyes tirando de las embarcaciones cargadas y, además, de una manera más barata.

Una treintena de personas, divididas en dos grupos, participaron ayer en estas visitas guiadas entre Lutxana y Altzaga para conocer mejor los trabajos que se desplegaban en torno a la ría en el siglo pasado. El profesor de Historia, Santi Neira, fue el responsable de aportar todos los datos de estos recorridos que forman parte de las actividades de las Jornadas de Patrimonio que se celebran durante este mes en Bizkaia. "Como les digo a mis alumnos: Tenéis que poneros las gafas de la época", comentó el experto. Y eso es lo que hicieron los asistentes a este paseo por el siglo XX y, además, enfocando a la figura del "sexo olvidado", como indicó el guía. "El papel de la mujer era imprescindible. A mí me gustaría reivindicar lo que supuso el trabajo de la mujer en la industria de Bizkaia", destacó Neira. Por ejemplo, en su función como sirgueras o cargueras. Y hubo muchas, porque se les pagaba mucho, muchísimo menos que a los hombres, y porque, incluso, salían más baratas que los animales€ "La sirga es una maroma, una cuerda que se engancha a las barcazas, pinazas, gabarras... que venían por la ría y que, por tema de calado, no podían llegar llenas de mineral hasta los cargaderos", recordó Neira. "Mucha gente se piensa que el camino de las sirgueras iba por la Margen Izquierda, pero para nada, porque quedaría interrumpido por Altos Hornos, La Naval, etc. El camino de la sirga venía por la Margen Derecha, desde el Puente Colgante hasta que llegaba a los muelles de Bilbao. Esa sirga, en primer momento, fue un trabajo para hombres; luego eran los bueyes los que tiraban de las gabarras, pero eran caros, había que darles de comer, mantenerlos, limpiarlos, etc. Era mucho mejor usar a una mujer, a la que encima no vamos a pagar prácticamente nada", ironizó el profesor de Historia. Más adelante, aparecieron los remolcadores de vapor, pero "el problema era que, aunque fueran más eficientes, eran más caros que la mujer", volvió a criticar Neira. Es uno de los capítulos olvidados de la historia, un oscuro y lamentable pasaje del pasado. "Murieron muchas mujeres, que caían por agotamiento a la ría y fallecían ahogadas. Era un trabajo muy duro y encima se veía a ancianas", apuntó el experto.

No era más sencillo el oficio de carguera. "Tenían tres categorías: las que se encargaban de las tareas de limpieza y de llevar el dinero de las transacciones comerciales; las del bacalao, es decir, esas mujeres que estaban con sus cestas preparadas y que eran maltratadas por los encargados. Aparte de recibir palizas, se las podía castigar sin trabajar, ¿Cómo? Quitándoles la cesta, porque hasta que conseguían otra, no podían cargar con el bacalao. Así que aguantaban mejor los palos que el hecho de quedarse sin el jornal diario. La tercera de las categorías era la de mujeres que cargaban mineral en las cestas que llevaban en la cabeza. Muchas de ellas, mendigas que necesitaban el pan del día. Estas mujeres iban hasta con los hijos, que dejaban en la rampa del muelle", repasó Neira, en el punto del itinerario junto a la ría en el que se podían ver, en la otra orilla, los restos de los dos cargaderos que se mantienen en la actualidad. "El de la Orconera y el de la franco-belga, que fue restaurado en el año 2000 y, como opinión personal, de una mala forma, porque ponerle encima bancos y farolas lo desvirtúa", apreció el guía, esforzándose en cada momento por que se le escuchara bien y atendiendo a las dudas que surgían entre los asistentes a esta visita que también aludió a los astilleros de Erandio -la grúa Karola y la Gabarra del Athletic nacieron de ellos-, pero que se centró más en oficios con menos páginas en los libros de historia.

Relacionados con todo el auge industrial en la Margen Izquierda estaban los boteros. "La empresa de boteros de Erandio se fundó en 1900. En el municipio, llegó a haber hasta cinco pasajes, desde Lutxana hasta Axpe, y este último dejó de utilizarse no hace mucho y por la decadencia de la Naval; en él pasaban los trabajadores desde Astrabudua. Hoy en día, solo quedan el bote de Las Arenas-Portugalete y el gasolino de Altzaga-Barakaldo, que tiene bastantes problemas al no estar dragada la zona de Erandio y cuando hay mareas bajas, no puede navegar porque se encalla. Y es patrimonio histórico e industrial también y tendría que ser preservado como tal", sostuvo Neira.

Pero la ría también propició otro tipo de quehaceres, como ser angulero. El propio guía evocó cuando él iba a por angulas con su padre en los años 80 y 90. "He comido bastantes angulas, a kilos, de la ría a su paso por Erandio", desveló. "La indumentaria era muy clara: un buzo, que al principio lo impregnaban de aceite de linaza para que el agua escurriera y tuvieran menos sensación de frío, porque la época buena para cogerlas era en otoño e invierno", indicó Neira. Y resulta que también había ostras en aguas erandioztarras. "Lo que pasa es que el oficio de ostrero desapareció con la revolución industrial, porque se decía que no eran aptas para el consumo", explicó el guía durante un paseo por el pasado industrial que, incluso, fue más allá, o sea, más atrás en el tiempo, porque el profesor de Historia dio unos apuntes del "puerto real de Asua", que "durante toda la Edad Media y la Moderna hasta el siglo XVIII fue de los más importantes de toda Bizkaia por la mercancía de madera, vino€". Y ese fue otro episodio pretérito de Erandio que ayer quedó felizmente desempolvado.

"El papel de la mujer era imprescindible; me gustaría reivindicar lo que supuso su trabajo en la industria de Bizkaia"

"Murieron muchas mujeres, que caían por agotamiento a la ría y fallecían ahogadas"

Guía del recorrido y profesor de Historia