L grupo de teatro de Gorliz, apeado de los escenarios por la dichosa pandemia, ha iniciado una aventura de microrrelatos encadenados. Así, sus 17 integrantes -prácticamente todas mujeres, solo hay tres hombres- están enlazadas; así, sus ganas de cultura están trenzadas; así, su pasión está conectada. Después de tantos y tantos días de aislamiento, qué mejor que juntarse. Y si son letras, también.

"Les propuse la idea y se lanzaron todas a la piscina", agradece el director de este grupo, Álex Ygartua. "Es cierto que el curso de teatro no está vinculado con la escritura, pero yo siempre intento introducir alguna otra historia, que investiguen otros terrenos€", reconoce el responsable. De modo que el proyecto echó a andar la pasada semana con una colaboración especial: la de Gotzone Butron, que ya ha conseguido premios por sus ingeniosos relatos. "Tengo amistad con ella y le pregunté si estaba interesada en empezar esta cadena", apunta el director del grupo. Así que con su texto en euskera Milennialak zero puntuan, que termina con la frase Zein da azken geltokiaren hurrengoa? se inicia este tren de historietas que ya tiene su continuación, de hecho. Isaba Revilla ha tomado el testigo de ¿Qué estación viene después de la última? y ya han lanzado el siguiente reto a través de otra pregunta: ¿ Con qué te apetece deleitarnos? ¿Tomamos un café?

Todas las narraciones se irán difundiendo en las redes sociales del Área de Cultura de Gorliz y después, la intención es juntarlas en un dosier que pueda depositarse en establecimientos del municipio para que todo aquel que lo desee se sumerja en su lectura -a ver cuándo llega ese momento en el que las restricciones se van esfumando-.

"Los relatos me llegan a mí, yo mando la última frase al grupo de WhatsApp que tenemos y quien quiere dice: Me la quedo. No hay una lista ni un orden. Si alguien cree que es el momento o la frase le inspira, pues la coge", explica Álex. Así, no hay corsés literarios. Así, hay más libertad para dejar volar la imaginación. La previsión es que cada semana, más o menos, haya una historia nueva, por lo que estos microrrelatos encadenados atravesarán días de los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre.

"Se han hecho más iniciativas de microrrelatos en otros sitios, pero me pareció una buena idea para dar continuidad al grupo durante el verano, para que sigan con esa tensión y tengan algo en lo que pensar", reflexiona Álex, que, por otro lado, ya ha estado dando clases on line durante el confinamiento, porque el teatro no podía quedarse en cuarentena. "Al principio me parecía un poco antinatural, porque el teatro es encuentro y es contacto, pero han salido cosas interesantes", indica el director. Primero, el grupo siguió preparando la obra que tenía entre manos para su estreno en junio, pero visto que no iba a ser posible alzar el telón, decidieron "congelar ese trabajo", tal y como admite Álex. Por lo que las actrices y los actores fueron haciendo distintos deberes, cada uno a su ritmo. "Han funcionado muy bien; yo no quería que hubiera presiones, se trataba de que cada uno le dedicara el tiempo que quisiera. Y la gente lo ha agradecido mucho: el contar con esa vía de escape, de estar dos horas a la semana con ello y tener algo en lo que pensar", señala el responsable del grupo.

Ahora, el curso, a falta de alguna clase virtual más, se para hasta después de verano, con todas las incertidumbres en el aire para ese regreso. Pero las actrices y actores de Gorliz seguirán de una manera u otra dando alas al placer de la interpretación que ni siquiera la pandemia conseguirá derribar. No en vano, esta escuela lleva más de diez años sobre las tablas, haciendo frente a dramas, comedias, tragedias... y lo que haga falta, garantizan.