ANTENER las costumbres y tradiciones más arraigadas en la actual coyuntura de nueva normalidad está resultando muy complicado y, en algunos, imposible. Así lo ha comprobado la Cofradía del Señor San Roque de Laudio que ha tenido que renunciar a celebrar la procesión que, cada primer domingo de agosto, traslada la imagen de su protector desde su pequeña ermita hasta la parroquia de San Pedro de Lamuza. El sencillo pero solemne acto religioso estaba previsto y anunciado con las correspondientes medidas de seguridad, es decir, el uso obligatorio de mascarillas y la necesidad de mantener distanciamiento social entre los asistentes.

Sin embargo, las nuevas disposiciones y restricciones aprobadas por el Departamento de Salud de Gobierno vasco el pasado 28 de julio y publicadas un día después en el Boletín Oficial del País Vasco han obligado, finalmente, a suspender la procesión. "En una primera interpretación del texto entendimos que el acto podría tener lugar siempre no hubiera gente acompañando a la imagen de San Roque en el trayecto que va desde su ermita hasta la parroquia. Esa posibilidad fue consultada por el Ayuntamiento de Laudio ante el Gobierno vasco y la respuesta llegó el jueves 30. Dijeron que no", explicó ayer el mayordomo de la hermandad, José Luis Navarro, al término de la junta anual de cofrades que sí pudo celebrarse, tal y como manda la costumbre, en las campas exteriores del pequeño templo religioso. Eso sí, la talla del patrón de la localidad, con su hábito de peregrino y con su fiel perrillo a sus pies, se encuentra ya en la principal parroquia del municipio. "Hemos decidido realizar el traslado en coche. Para eso no existe ningún impedimento y no se incumple ninguna normativa", afirmó Navarro. En cuanto a qué pasará el 30 de agosto, último domingo de agosto y jornada en la que la imagen del santo debería retornar también en procesión a su templo, el mayordomo quiso ser optimista. "No está aún descartado. ¿Quién sabe de aquí a un mes lo que puede pasar? Eso no lo podemos prever".

Comida suspendida

Lo que sí estaba previsto y anunciado con antelación es la suspensión de la comida de hermandad que tiene lugar también ese último domingo de agosto bajo los pórticos de la parroquia de San Pedro de Lamuza y que reúne, en un espacio reducido, a más de 350 cofrades. En la junta celebrada ayer también se dio cuenta de esa decisión "para que conste en acta esta situación excepcional y que se debe a que la ley prohibe las aglomeraciones y obliga a mantener una distancia física".

Más que resignación ante los requisitos legales que están haciendo inviable cumplir con ciertos aspectos de una tradición de cuatro siglos, José Luis Navarro lanzó ayer un alegato en favor del significado y compromiso social de una Cofradía fundada en 1599 en agradecimiento a San Roque por haber librado al valle de la peste bubónica de finales del siglo XVI. "Somos la hermandad del protector ante las pestes y epidemias", precisó dejando claro que "no es que San Roque hiciera milagros, sino que su idea de la protección era ayudar a los que estaban afectados y qué mejor manera hay de ayudar ahora que cumplir las normas de seguridad que marcan actualmente las autoridades para que no se propague esta pandemia".

La hermandad de devotos sí que mantiene dentro de su calendario de agosto la misa mayor en honor a San Roque que cada año se oficia el día de su festividad, es decir el 16 de agosto. Será a las 11.00 horas en la parroquia de San Pedro de Lamuza "con los aforos que en ese momento estén establecidos". A continuación en ese mismo escenario, se procederá al acto de entrega de distinciones y galardones a los cofrades más veteranos. Como mayordomo de la entidad tiene claro que ahora más que nunca hay que seguir las consignas que hicieron de San Roque el santo protector ante la peste y toda clase de epidemias y lanzó a sus convecinos un claro mensaje: "primero que tengan suerte y, sobre todo, que se cuiden y hagan lo posible para evitar los contagios".

Las últimas restricciones aprobadas por el Gobierno vasco el día 28 han impedido que se lleve a cabo la bajada del santo en procesión

La imagen ha tenido que ser trasladada en coche hasta la parroquia de San Pedro de Lamuza donde se oficiará la misa de honor el día 16