El espíritu solidario de un grupo de vecinos y vecinas de Gamiz-Fika se tradujo este año en la creación de la asociación Eperlanda Kultur Elkartea. A raíz de conocer un caso cercano en el municipio, concretamente de una vecina con sarcoma –un tipo de cáncer raro, minoritario y muy complejo– y enlazando con la pasión de muchos de ellos por el running, apostaron por impulsar un evento deportivo en la localidad que permitiese recaudar fondos para la investigación que se está desarrollando en el Instituto de Oncología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
Así surgió la Burdin Hesiko Mendi Lasterketa, una carrera que va más allá del deporte, puesto que aglutina medio ambiente, cultura, historia y solidaridad. La primera edición se celebró el pasado 9 de julio y fue un éxito con un total de 500 participantes. Además, gran parte del pueblo se volcó a la hora de echar una mano en la organización de la carrera. Más de 200 personas formaron el equipo de voluntarios y voluntarias. “A nivel organizativo la carrera requirió mucho esfuerzo”, confirma Estepan Aldamiz-Etxebarria, presidente de la asociación que está compuesta por una veintena de socios.
Una competición deportiva que contó con grandes alicientes puesto los participantes recorrieron parte del Cinturón de Hierro existente en el municipio y disfrutaron de un paraje de extraordinaria belleza natural, donde se conservan algunas de las defensas y espacios más relevantes del entramado defensivo. “Tenemos un pueblo muy bonito, rodeado de montes, de gran belleza natural y patrimonial, y quisimos hacer una carrera que fusionase todo eso”, explica Aldamiz-Etxebarria.
La primera edición de la Burdin Hesiko Mendi Lasterketa consiguió recaudar un total de 24.589 euros
En este sentido, a nivel deportivo, la prueba principal constó de un recorrido de 34 kilómetros con salida y llegada en Fika, que acumula un desnivel positivo de 1.150 metros, y que discurrió en su mayor parte por las dos vertientes de Gamiz-Fika, por los montes de San Pedro de Atxispe, Gaztelumendi, Urresti y Berreaga. Sin embargo, como no todo en el mundo del deporte es correr ni competir, también se ofreció la posibilidad de recorrer los 34 kilómetros en la modalidad de marcha e incluso hubo una más corta, de 13 kilómetros, para que las familias y los más pequeños de la casa también pudiesen participar.
La segunda edición se celebrará el 22 de junio y contará además con un recorrido diferente y ya no será una prueba compensada
En la marcha de 34 kilómetros, en la categoría masculina se proclamó vencedor Ander Pesquera –del club Atletismo Santurtzi– con un tiempo de 2 horas 31 minutos y 33 segundos, mientras que en la categoría femenina ganó Nerea Eugenia Iturriaga –de Soronea Ammma Kirol Taldea– con un tiempo de 3 horas 15 minutos y 49 segundos.
Próxima edición
Todo salió a pedir de boca y fruto de ello, los integrantes de la asociación ya piensan en la próxima edición, que ya tiene fecha: el 22 de junio. En la primera edición consiguieron recaudar un total de 24.589 euros destinados al Instituto de Oncología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Una aportación económica que más allá de la cantidad supone añadir “un palillo más”, tal y como asegura Estepan, a la estructura y al engranaje de la investigación para tratar de encontrar una cura a esta enfermedad.
Respecto a la próxima cita, el fin solidario de la prueba será más cercano e irá destinado a mejorar la vida de los servicios de Pediatría y niños y niñas con cáncer del Hospital de Cruces. “Queremos que todo el dinero recaudado se destine a humanizar este servicio para ayudar a los pequeños y a sus familias”, indica Estepan Aldamiz-Etxebarria.
En concreto, esta segunda edición se celebrará el 22 de junio y contará además con un recorrido diferente y ya no será una prueba compensada. Contará con varios recorridos como, por ejemplo, una carrera de 37 kilómetros y otra más corta, de 13 kilómetros, además de una marcha de 13 kilómetros