Los participantes en la representación popular del mercado medieval de Balmaseda que reflejaba las consecuencias de las pandemias adivinaron que tocaría tan cerca. Por eso y por los dos años de ausencia el fin de semana del 14 y el 15 ds exprimirá con más ganas que nunca la programación que el Ayuntamiento ya ha dado a conocer. Alrededor de 200 puestos entre la artesanía, diversos artículos y los destinados a los oficios "como caldereros, vidrio o tallas de madera", se instalarán en el casco histórico en un ambiente de total "normalidad", según confirmó el concejal de Cultura, Ander Rivero, ahora que el coronavirus ha pasado a otra fase. La escenificación de un episodio de la historia de la villa a cargo de cientos de vecinos versará sobre el txakoli y junto a los espectáculos para todas las edades este año habrá visitas guiadas, exposiciones y charlas: demostraciones de combate, ronda de guardia, cómo se vestía un caballero, esgrima medieval, tiro con arco, escuela de escuderos que invitarán a retroceder en el tiempo.

La artista callejera, psicopedagoga y educadora Eulali Moreno tomará el papel de maestra de ceremonias en el pregón inaugural que reunirá a las compañías participantes el 14 de mayo en la plaza de San Severino. Después, los espectáculos se diseminarán por el centro de Balmaseda. Los más pequeños se divertirán en un rincón infantil con reproducciones de juegos y mesas en los que aprender a la vez que se sumergen en la Edad Media de una forma lúdica. En la plaza de San Severino se concentrarán artesanos en repujado de cuero, inciensos, horno de pan, modelado de cerámica, acuñación de moneda, forja artística o repujado de metal. En la plaza de San Juan aguardará un zoko árabe que contará con jaimas con tetería, pastas árabes, kebab, pintxos, artesanía marroquí variada, perfumes y actuaciones acordes a la atmósfera del entorno.

Para las personas que planeen extender la excursión a Balmaseda a la jornada completa se habilitarán puntos de restauración en un rincón de la plaza San Severino, la plaza León Felipe, plaza San Juan y calle Martín Mendia. Y por todo el recinto del mercado medieval encontrarán stands de alimentación, embutidos, quesos, dulces, pan, pastelerÍa, patatas fritas y asadas, choco pizzas, crepes y, garrapiñados, entre otros productos. En la plaza de los Fueros y los jardines de la calle La Torre se crearán áreas de esparcimiento.

A mediodía cientos de personas de la villa ataviadas a la manera de la época representarán ante el público congregado en la plaza de San Severino el arraigo del txakoli en Balmaseda: las obligaciones adquiridas con respecto a su producción y consumo, el pago del diezmo a la Iglesia, la prohibición de importar vino de fuera hasta que se agotara el caldo propio, la instalación de una taberna en el barrio más próximo del municipio colindante para quienes preferían el vino se reflejarán en la obra con toques de humor.

A lo largo de todo el fin de semana el colorido de los estandartes y pendones que engalanarán el casco histórico animarán el ambiente con los espectáculos itinerantes que atravesarán sus calles con teatro, música, juglares y trovadores que ya se echaban en falta en la localidad encartada. Se fundirán ritmos como los de los gallegos Acibreira, habituales del mercado medieval, el heavy metal de inspiración vikinga de Barzonia, los aires del mar de Vent Mediterrani y los orientales de Laff, así como presencia de grupos de teatro extranjeros, como los portugueses Malatitsch y los franceses Les Mont Rieurs. Cuentacuentos, títeres y las aventuras de una princesa que no se resigna a su destino y gana independencia en el proceso de intentar convertirse en un caballero.

LA cita

Pirotecnia

Sábado por la noche.

El sábado por la noche se estrenará en exclusiva un espectáculo pirotécnico y musical cuyas luces y efectos se acoplarán al edificio consistorial y el campanario de San Severino y el domingo clausurará el mercado la tradicional simulación de la quema del ayuntamiento. Jugará con ruedas de surtidores de distintos colores y velocidades, fuego frío, llamas y figuras geométricas para poner el broche final a uno de los mercados medievales de referencia en el Estado, que cumple su XXII edición.