Los habitantes de Balmaseda y cuantos visitantes se han acercado este Viernes Santo a la villa de Enkarterri, han vibrado con la representación de su Pasión Viviente, recuperada tras dos años suspendida por la pandemia.

Miles de personas han arropado nuevamente a los 350 voluntarios del municipio que han representado, acompañados por el buen tiempo, las distintas estaciones que conforman la Pasión de Cristo hasta su crucifixión en el Calvario, uno de los actos de Semana Santa más populares y multitudinarios en Euskadi.

La representación ha incorporado este año, como novedad, con una subida de penitentes al monte Kolitza con la que se ha recreado el origen de la Pasión Viviente, que se remontaría a las procesiones penitenciales que a partir del siglo XVI se realizaban a dicho monte, en agradecimiento a San Roque por haber librado a la villa encartada de la peste.

Como en años anteriores, antes del paréntesis forzado por la pandemia del coronavirus, los actos de la Pasión Viviente comenzaron en la noche del Jueves Santo, con una representación más íntima en la que sólo participan los vecinos del municipio, del Concilio de los Sacerdotes y el Juicio de Jesús ante éstos, así como la Última Cena.

Este Viernes Santo han tenido lugar los actos más populares y multitudinarios de la Pasión como es la representación del Juicio ante Pilatos, y el posterior Vía Crucis que ha recorrido las principales calles de la villa y concluido junto al frontón con la crucifixión de Jesús de Nazaret, a quien este año ha dado vida Rubén Vadillo, arquitecto de 32 años.

Numerosas familias de vecinos con niños han asistido alegres y aliviados por su recuperación tras dos años de ausencia, a la representación del Vía Crucis, en la que los protagonistas se han esforzado un año más en imprimir realismo a las escenas.

En la preparación y ejecución de la recuperada representación religiosa, llevada a cabo por la Asociación Vía Crucis de Balmaseda, han participado alrededor de medio millar de personas, de las cuales 350 se han encargado de dar vida a los numerosos personajes de la representación.