Justo Marín y Mónica Hernández fueron los conductores que ayer se encargaron de conducir el funicular de Larreineta en el viaje que supuso la inauguración oficial del proyecto de musealización de este singular medio de transporte que desde 1926 une las zona baja y alta del municipio de Trapagaran que, a diferencia de los homólogos de Igeldo en Donostia y Artxanda, en Bilbao, fue concebido para el trabajo y no para el ocio. “Recuperar esta cabina que ha estado 37 años lejos de la ubicación para la que fue concebida ha sido muy reconfortante para los vecinos de Larreineta que de esta forma ven saldada una parte de la deuda que hay con esta zona minera que tanto ha aportado el desarrollo de Bizkaia y de Euskadi”, destacó Santi Ortega, presidente de la asociación de vecinos de este barrio que no ha cejado desde 2014 -año de la declaración de Bien de interés cultural- en demandar la vuelta de la cabina de madera aparcada en el Museo vasco del Ferrocarril en Azpeitia. “Creo que este es el lugar donde debe estar”, aseguraba el responsable del museo guipuzcoano, Juanjo Olaizola, quien ofreció a las autoridades e invitados a la inauguración una amena explicación sobre las características y el funcionamiento de este funicular minero que fue el primero en contar con un anchura de vía especial de 1,20 metros frente al resto de vía estrecha “con el fin de ofrecer mayor seguridad al transporte que atendía. “Estamos hablando de que en ese primer tercio del siglo XX tenía capacidad para 10 toneladas de carga, lo cual era algo muy importante”, recordó Olaizola, quien apuntó que la cabina original se hizo en los talleres del Ferrocarril de Triano en Ortuella con capacidad para 60 viajeros.

Retazos de una historia que desde ayer puede visitarse en ambas estaciones del funicular mediante paneles e instalaciones multimedia, incluida una reproducción a escala del propio funicular minero.

“En diversos paneles y vídeos explicativos, se realiza un recorrido histórico por la evolución económica, social y cultural del valle, que pretende servir de homenaje a aquellas personas que contribuyeron con su trabajo y esfuerzo al crecimiento industrial del entorno y al surgimiento del movimiento obrero, estrechamente vinculado al desarrollo de la minería. De hecho, en su origen el funicular fue concebido para transportar mercancías y personas a los barrios altos de Trapagaran que habían aumentado exponencialmente su población debido a la actividad minera en La Arboleda”, esbozó Iñaki Arriola, consejero de Transportes del Gobierno vasco, que recordó que la puesta en marcha de esta exposición se enmarca dentro de un amplio proyecto interinstitucional -Gobierno vasco, Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Trapagaran- para impulsar la movilidad sostenible en la zona.

Dentro de la colaboración, las tres instituciones públicas implicadas trabajan con el objetivo común de convertir el tramo Trapagaran-La Arboleda en un vector de transporte sostenible de cero emisiones. Para avanzar en este objetivo, Euskotren incorporará en breve un autobús eléctrico que ofrecerá servicio de lanzadera en dicho tramo. Además, estableció la gratuidad de las bicicletas en el funicular. Dentro de las actividades de divulgación, se impulsarán las visitas de grupos mediante colaboraciones con centros escolares y asociaciones mediante los billetes específicos creados con motivo de la inauguración de la exposición. Xabier Cuéllar, alcalde de Trapagaran, destacó que con “este acto conseguimos reivindicar la zona alta de la localidad, una zona que ha tenido históricamente mucha importancia industrial. También es un impulso para fomentar turísticamente La Arboleda y Larreineta”.

“Se homenajea a quienes contribuyeron con su trabajo y esfuerzo al crecimiento del entorno”

Consejero de Transportes

“Recuperar esta histórica cabina ha sido reconfortante para los vecinos de la zona alta”

AA.VV. de Larreineta