“Estoy deseando llegar a casa y ver la tele, aunque soy más de lectura, pero bueno hoy estoy un poco abrumado”, señalaba a DEIA Carmelo Uriarte, un “lingote de los montes de Triano”, como le calificó Ameli Ruiz, presidenta de la Fundación del Museo de la Minería que pergeñó el homenaje que ayer domingo tributó Euskadi a este nonagenario impulsor de un proyecto de salvaguarda, estudio y divulgación de la cultura minera de Meatzaldea y a la postre de Bizkaia y Euskadi. No en vano, el tributo a la persistencia de este antiguo minero para evitar que la memoria minera cayera en el olvido contó con la presencia de todos los niveles institucionales vascos, desde los alcaldes y alcaldesas de la comarca pasando por diputados forales y representantes del ejecutivo vasco, con la vicelehendakari Idoia Mendia a la cabeza, o del representante del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, vecino, además, de Abanto Zierbena.

El homenaje comenzó con un agurra a cargo del grupo de danzas Harrigorria tras lo cual hubo una exhibición de barrena en la que tomaron parte barrenadores de Kabiezes (Santurtzi) y de Gallarta. “Yo sí que tuve algo que ver en la promoción de los concursos de barrenadores”, concedió Carmelo quien recordó cómo en la recogida de las primeras piedras de mineral en barrios como El Ser, El Once, Castaños o Balastera, “también estaba mi mujer”. Ello le dio a pie a reivindicar la labor colectiva desarrollada en todos estos años por trabajadores y sobre todo por voluntarios y voluntarias para sacar adelante el Museo de la Minería del País Vasco.

“Me siento como Cristóbal Colón. Dicen que Cristóbal Colón descubrió el nuevo mundo y que yo he hecho un museo pero Colón no hubiese hecho nada si no hubiese tenido a los Pinzones con él y a unos reyes que fueron buenos reyes porque por lo menos no se fueron con el dinero por ahí y yo tengo alrededor una serie de colaboradores que han hecho mucho más que yo. ¿Qué hubiera hecho Colón, Carmelo, sin ese grupo de hombres y mujeres que llevan décadas aportando su trabajo desinteresado”, interrogó Uriarte a los asistentes a quienes previno que el Museo de la Minería “está en mantillas. No podemos pensar que ya está todo hecho. Este no debe ser el museo del homenaje, tenemos que pensar en el futuro, a 50 o 100 años vista, y por ello queda mucho por hacer”.

Una cerrada ovación clausuró la alocución de Carmelo Uriarte, presidente de Honor de la Fundación Museo de la Minería del País Vasco, de quien Ameli Ruiz valoró “que con su labor callada, con su pasito a pasito ha logrado levantar este museo pero sobre todo ha sabido generar entre la gente, no solo entre la del museo, la importancia que tiene el conservar este patrimonio para las generaciones venideras. No debemos olvidar que sin la cruzada que inició Carmelo en 1986, muchas de las piezas que hoy se exhiben hubieran acabado en las chatarrerías y gracias a esta labor ha acabado en un museo donde podemos enseñarlas, podemos estudiarlas y transmitir su importancia para la cultura minera”. Ruiz describió a Carmelo Uriarte como “un tipo genuino” que se implicó por este proyecto. El acto contó también con la actuación del coro Bodegón y se descubrió en la plaza del Museo de la Minería una escultura de Lucas Alcalde, denominada Accidente en la Mina