El pleno municipal celebrado el pasado 30 de septiembre en el Ayuntamiento de Santurtzi no fue, ni mucho menos, una sesión más. Ese fue el último pleno de José Ignacio Salazar, quien ponía así punto y final a 40 años de trayectoria como secretario municipal, una carrera que se ha desarrollado en Santurtzi durante los últimos 24 años. "Fue una sesión muy emotiva para mí. Me dieron el turno de palabra, algo que no ha ocurrido en estos 40 años. En la despedida todos agradecieron mi labor y eso me reconfortó", señala José Ignacio quien recibió como recuerdo del Consistorio marinero toda una obra de arte; una hoja de magnolio en la que se ha tallado el paisaje que se puede ver desde el puerto de Santurtzi. "A lo largo de todos mis años de trabajo en el Ayuntamiento de Santurtzi he tenido la inmensa suerte de trabajar con un personal muy bueno", reconoce José Ignacio, quien empieza a vivir su nueva vida; la de jubilado.

Han sido cuatro décadas de intensa labor, de un trabajo que no suele ser apreciado, pero que es vital en el funcionamiento de cualquier Ayuntamiento que se precie. "El trabajo de un secretario municipal, cuanto menos perceptible sea, mejor, es sinónimo de que las cosas se están haciendo bien. Damos apoyo a la gestión, brindamos asesoría jurídica... En nuestra labor estamos, en ocasiones, en medio de luchas partidistas, pero nosotros tenemos que estar fuera de todo eso y hay que tener un equilibrio exquisito en todo aquello que hagamos", repasa José Ignacio. Ha tenido una carrera apasionante e intensa, una andadura profesional que comenzó allá por 1981 en el Ayuntamiento de Orduña y lo hizo en un marco incomparable para un aficionado a la historia como él. "Mi primer día de trabajo lo hice en la planta baja de una torre medieval rodeado de legajos y, a la tarde, tuve que acudir a un concejo abierto en la junta de Ruzabal", rememora José Ignacio quien ensalza el trabajo "de los secretarios de los ayuntamientos pequeños. En un Ayuntamiento pequeño hay que hacer de todo". Bien lo sabe él, ya que sus inicios en Orduña estuvieron marcados por jornadas maratonianas. "Había muchos días que empezaba a trabajar a las seis de la mañana y acababa a las doce de la noche. Pero se trabajaba con una ilusión tremenda", explica. Era la primera legislatura tras la instauración de la democracia y había mucho trabajo por hacer y un marco normativo mucho menos definido. "En estos cuarenta años la creación normativa ha sido enorme y, además, muy cambiante", señala José Ignacio, quien ha estado en más de 600 plenos y, reconoce, que "en todos he estado intranquilo y en alerta".

Tras ocho años en el Ayuntamiento de Orduña, José Ignacio, se trasladó en 1989 al Ayuntamiento de Galdakao, la parada previa a recalar en Santurtzi en 1997. "A lo largo de mi carrera he ido ganando en experiencia y conocimientos, pero eso también hace que te crezcan las dudas", reflexiona. La labor de un secretario municipal va más allá de los plenos y el día a día municipal, su figura está también tras la organización de cualquier votación en su municipio.

Ahora, José Ignacio comienza un periodo de descanso... Muy activo. Él es un gran aficionado a la historia y no solo eso, sino que ha escrito varios libros y ya trabaja en una docena de creaciones más relacionadas con la historia de Bilbao y Orduña. "Tengo previsto escribir un atlas de Orduña, una publicación sobre toponimia, historia de espacios públicos de Bilbao, sobre la historia de la prensa vasca antes de la Guerra Civil... Hay muchas historias que contar aún", subraya José Ignacio. Él, como aficionado a la historia, bucea entre muchos actas municipales, y en un futuro, otros aficionados a la historia investigarán entre los cientos de actas que en estos 40 años ha firmado José Ignacio Salazar.