A pesar de ser natural del barrio de Kotarro en Abanto-Zierbena, Ricardo Santamaría, director de Trueba Zentroa, podría pasar por un auténtico muskiztarra ante la pasión que pone al describir la riqueza material minera que el municipio costero atesora en los parajes de Pobeña o Kobaron, dos núcleos que en su día fueron referente europeo en la explotación del mineral de hierro -la vena de Somorrostro- gracias a los significados ingenios que allí se dieron cita en el siglo XIX.

Ingenios como los hornos de calcinación que, de manera pionera, instaló Jose Maclennan en el la mina Amalia Vizcaina, en el barrio de Kobaron, y que aún se yerguen altivos aunque acorralados por una naturaleza asilvestrada que amenaza con engullirlos. Restos arquitectónicos como el cargadero de costa de El Castillo, ahora reconstruido en parte, y que a través de una línea férrea hoy conocida como la senda Itsaslur permitía surtir de mineral de hierro las bodegas de los barcos que fundamentalmente partían para alimentar la revolución industrial.

O la joya de la corona que supuso la construcción por parte de la empresa Orconera del lavadero de mineral de Campomar con su tres enormes trémoles que permitían lavar el mineral que llegaba desde las minas de Triano a través de un tranvía aéreo que en su momento fue el más largo de Europa con 8 kilómetros de longitud y capaz de transportar más de 300 tm/hora entre ambos sentidos. Un cargadero cuyos enormes muros de mampostería aún resisten el paso del tiempo y el azote de las inclemencias meteorológicas.

Patrimonio

Son tres de los elementos de referencia que Ricardo Santamaría utiliza casi como hilo argumental del libro Cotos mineros de Pobeña y Kobaron,Cotos mineros de Pobeña y Kobaron editado por el área de Cultura del Ayuntamiento de Muskiz. En él se cuenta la historia y la evolución de estos cotos mineros, desde sus inicios hasta los años de máxima explotación, de una forma amena y pedagógica. “Queríamos que fuera un libro divulgativo. Hemos tratado de huir de un tratamiento doctoral apostando por hacerlo lo más asequible posible hasta el punto de que hemos acompañado el contenido con una serie de láminas de Javier Gandarillas, algunas desplegables, que intentan plasmar cómo se desarrolló la minería en Pobeña y Kobaron”, explicó ayer Santamaría, quien reseñó que la publicación “recoge los testimonios de más de 30 personas, algunas de las cuales han trabajado en el lavadero y nos han permitido conocer el funcionamiento de los cotos mineros”.

Por otra parte, se aborda la minería en su contexto histórico y comarcal, explicando las claves que llevaron a un cambio estructural tan importante en Encartaciones y en Bizkaia. Para ello se acompaña de una gran cantidad de notas y bibliografía, para que cada cual pueda acercarse a un conocimiento más exhaustivo de la historia minera en Muskiz y Meatzaldea. La edición del libro supone la culminación de un proceso iniciado en 2012 en el que gracias a subvenciones del Gobierno vasco y aportaciones del ayuntamiento, “se pretende recuperar la historia minera de Muskiz. Al final de todo este proyecto veíamos que no tenía sentido si no recogíamos en una publicación divulgativa toda esa labor que hemos ido realizando y ponerla en la calle al alcance de los vecinos”, resumía el director del área de Cultura, Kepa Fournier.

El libro se presentará el próximo día 4 de junio en el Meatzari Aretoa a las 19.00 horas. “El objetivo de esta obra es recuperar pasajes históricos olvidados e interpretarlos siguiendo los recuerdos recogidos con el material existente”, resumió la alcaldesa, Ainara Leiba.

“El objetivo es recuperar pasajes olvidados e interpretarlos con el material existente”

Alcaldesa de Muskiz

“Queríamos hacer un libro divulgativo tratando de huir de un tratamiento doctoral”

Director de Trueba Zentroa