El auditorio de la Sociedad Filarmónica de Bilbao, sito en la calle Marqués del Puerto de la villa, acogerá esta tarde, a partir de las 19.00 horas, el estreno en Euskadi del documental Grita Etcheyde en el que se narra la preparación y la ascensión al monte Teide por parte de varias personas enfermas de ELA acompañadas por familiares, amigos y miembros de las asociaciones DAR DAR de Zalla, Dale CandELA de Getxo y Sácale la lengua a la ELA de Córdoba así como varios guías de montaña locales. "Estamos muy satisfechos porque el evento ha tenido mucha repercusión, tuvimos mucha suerte con la ascensión, cumplimos con el objetivo deportivo y sobre todo cumplimos con el objetivo principal que no es otro que dar la máxima visibilidad posible a la ELA y en este sentido el balance es muy positivo porque el grito se pudo escuchar bien lejos", reseña Unai Llantada miembro de DAR DAR y cámara de la expedición quien guarda un fenomenal recuerdo de los vecinos y vecinas de Tenerife. "Se volcaron con el proyecto y para nosotros es un gran orgullo señalar que con motivo de la puesta en marcha de este iniciativa de visibilización desarrollada in situ se está poniendo en marcha en Tenerife una unidad para tratar la ELA".El proyecto Grito por la ELA surgió en 2018 de la mano de la asociación DAR DAR de Zalla para dar visibilidad social a esta enfermedad degenerativa que padece uno de los vecinos de esta localidad encartada, Pablo Olmos, al que su estado de salud no le permite llevar a cabo físicamente las ascensiones pero que ha podido seguirlas a través del ordenador. La primera etapa de las cinco, que pretende culminar el proyecto Grita por la ELA, tuvo lugar en lugar en 2018 con la expedición Dar Dar ELAntártida, que permitió hollar la cima del monte Vinson y recaudar 20.000 euros para la Fundación Luzón. "Esta edición fue el punto de partida de este reto deportivo de montaña que pretende ascender cumbres de varios países para lanzar un mensaje claro. La solución a la ELA pasa por un mayor esfuerzo en la investigación y que los enfermos de ELA tienen derecho a una vida digna por lo que necesitan ayuda ya que los tratamientos y necesidades que tiene no son baratas", asegura Unai Llantada.

La segunda etapa se logró tras coronar el pasado mes de octubre la cima del monte Teide o Echeyde como le nominan los guanches, habitantes seculares del archipiélago canario. Una ascensión que se llevó a cabo entre el 26 y el 28 de octubre en la que tomaron parte un grupo de unas 50 personas pertenecientes a las asociaciones DAR DAR de Zalla, Dale CandELA de Getxo y Sácale la Lengua a la ELA de Córdoba. En la cordada final que ascendió los 3.718 metros de altura del volcán estaban presentes Jaime Lafita y Mikel Roldán, afectado por ELA y miembros de la asociación Dale CandELA y Sácale la lengua a la ELA, respectivamente. Tampoco se perdieron las vicisitudes de las jornadas de montaña, aunque fuera desde la distancia el zallarra, Pablo Olmos, ni la geóloga gazteiztarra, Itziar Pérez. "Tuvimos suerte con el tiempo ya que una semana después cayó una nevada de aúpa y sobre todo por el calor humano de los más de 30 voluntarios, la mayoría de Dale CandELA, que nos ayudaron con la logística y los avituallamientos necesarios", reseña Unai Llantada que ya piensa en la tercer etapa. "En la gala diremos dónde pero será en casa".