“No tiene más que un efecto meramente declarativo y ninguno práctico”, según explica el alcalde, Aitor Larrinaga, pero supone un hito más en la labor para la recuperación de la memoria histórica de Balmaseda. Y es que la localidad ha aprobado por unanimidad declarar persona non grata “uno de los principales artífices de la política y represión franquista durante los años sesenta y setenta, siendo Jefe Nacional del SEU, Secretario del Sindicato vertical, gobernador civil de Barcelona y finalmente ministro de Relaciones Sindicales y de Interior con los gobiernos de Arias Navarro y Suárez”, según reza la declaración institucional tratada en sesión plenaria.

En su mandato como ministro de gobernación e Interior desde julio de 1976 a abril de 1979 “fue responsable de una cruenta represión en la que se cometieron graves y continuados crímenes: Vitoria-Gasteiz en 1976, semana pro-amnistía o los sucesos de Pamplona-Iruñea en los Sanfermines 1978, en Euskal Herria, y en el Estado en Madrid, Málaga, Tenerife, Barcelona, Alacant…”

Además de “imputado en aplicación del principio de Justicia Universal ante el Juzgado Nacional de lo Criminal y Correccional Federal número 1 de la República Argentina, como autor de crímenes contra la humanidad, ya que su actuación se desarrolló en el marco de violaciones masivas, sistemáticas y organizadas de derechos humanos cometidas por la dictadura franquista durante más de cuatro décadas, incluyendo el período de la denominada Transición”. “Al tratarse de crímenes contra la humanidad, no opera el instituto de la prescripción, ni los citados delitos pueden ser amnistiados, ni indultados”, puntualizan.

Asimismo, el Ayuntamiento de Balmaseda reafirma su apoyo “sin fisuras” a la jueza Servini ante las presiones por investigar los crímenes del franquismo.