Trapagaran - El Movimiento de Pensionistas de Trapagaran, surgido en enero de 2018 al calor de las reivindicaciones por la mejora generalizada de las pensiones que se pusieron en marcha a nivel estatal con una especial sensibilización y visibilización en Euskadi, ha tomado en este municipio minero el empaque de un corpus social emergente que ha pasado de ser la voz de una reivindicación de supervivencia económica a un convertirse en un foro de reflexión social global. “Y lo que nos parece más importante; es un movimiento apartidista”, resalta Juan Aranburu, un portavoz del movimiento ciudadano que ya ha conocido del interés de algunas formaciones políticas por instrumentalizar o cuando menos patrimonializar a algunos miembros del movimiento social. “Una de las consignas del movimiento es que nadie que pertenezca a una lista política pueda coger el micrófono en las concentraciones”, reseña Aranburu quien proclama que las concentraciones no son para hacer un mitin político”.

Un apartidismo proclamado que ha tocado la fibra sensible de la comisión de fiestas de Trapagaran que les ha elegido como pregoneros de las celebraciones en honor al patrón de la localidad, San Ramón Nonato, que darán comienzo hoy en el edificio consistorial a las 19.00 horas con la lectura del pregón festivo.

Plaza Llano Este movimiento de pensionistas está formado por un grupo de personas cuyo principal objetivo es luchar en defensa del sistema público de pensiones que cada lunes al mediodía, se reúne en la nueva Plaza de Llano. “Empezamos siendo una veintena de personas en demanda de una pensión mínima de 1.080 euros y hoy día nos reunimos más de 250 personas heterogéneas en sus posiciones políticas pero convencidas de que tenemos que jugar un papel importante en el logro de mejores condiciones de vida para los pensionistas”, apunta Aranburu quien destaca que “se ha llegado a un punto de compromiso en el que la gente echa de menos la presencia de otros miembros del movimiento ya que tras las concentraciones se están creando grupos de reflexión sobre diferentes problemáticas”, expone este portavoz.

Aranburu avanza que los pensionistas vascos quieren dar un paso más allá, “y se plantea un día de paro general en defensa de los servicios públicos en noviembre.