Una residencia que no sea ni un hotel, ni un lugar frío... Todo lo contrario: que sea lo más parecido a un hogar. Esa es la filosofía que han defendido y transmitido los dirigentes del Ayuntamiento de Getxo en los últimos tiempos y que se traduce, a día de hoy, en que la residencia municipal Sagrado Corazón de Jesús es la primera de Bizkaia organizada en pequeñas unidades de convivencia. Ello le ha valido para ser reconocida por la Diputación Foral de Bizkaia.Las personas que viven allí tienen espacios comunes, cocinas con hornos, lavadoras... y zonas de intimidad. Con 6.400 metros cuadrados de superficie, el centro dispone de 70 plazas conveniadas con la entidad foral, distribuidas en cuatro unidades, para personas mayores con grado de dependencia 2 o 3, en la primera, tercera y cuarta planta del edificio. A estas se suma la quinta unidad de la vivienda comunitaria, sita en el segundo piso, de competencia municipal, destinada a personas mayores con nivel de dependencia 1, junto con el servicio municipal de atención diurna. Esta vivienda comunitaria también tiene instaurado el modelo de pequeños hogares. Se trata, en concreto, de una posibilidad de alojamiento para aquellas personas mayores de 65 años que carecen de una alternativa adecuada por condiciones de accesibilidad y/o habitabilidad, y/o por tener problemas de convivencia o de soledad (aislamiento social). Cuenta con trece habitaciones, (doce individuales y una doble, en total, catorce plazas), con baño adaptado, y equipamiento necesario para que se puedan realizar las actividades básicas de la vida diaria, como zonas comunes, una pequeña cocina y zona de estar. En este momento, este servicio cuenta con cuatro plazas libres y las personas interesadas en solicitar el ingreso pueden acudir a los Servicios Sociales del Ayuntamiento para solicitar cita con una trabajadora social.

“Este reconocimiento foral pone en valor el proceso emprendido por la residencia hace años con el esfuerzo de todo el personal. Ha supuesto un cambio cultural, porque es la organización la que se adapta a las personas usuarias, alojadas en viviendas que se asemejan a un hogar, con el objetivo de favorecer su autonomía y promover sus capacidades, a la vez que se garantizar el respeto a su dignidad, derechos e historia de vida...”, comenta la alcaldesa getxotarra, Amaia Agirre.

La manera de afrontar las opciones de alojamiento en la edad más adulta sigue siendo objeto de reflexión en el Consistorio de Getxo y en el seno de la Diputación. Ambos, de hecho, han dado un paso más en clave de innovación al plantear el centro intergeneracional de Romo, en el que mayores y jóvenes convivirán en el mismo edificio.