Dos colosos frente a frente. Erralde, un buey de raza charolesa de 1.996 kilos, y ErraldePaloma-Diamantidis, ofrecieron ayer, frente a la carnicería del Grupo Bihotza en Urduliz, una estampa para la posteridad. El buey, de ocho años de edad, y la vaca, de catorce, aspiraban a entrar en el libro de los récords por su tamaño y la expectación por verles era máxima.La primera en bajar del camión que les transportó hasta el centro del pueblo fue Paloma-Diamantidis. Con cierta timidez, asombrada por el gentío que le contemplaba, bajó la rampa hasta pisar suelo firme ante la atenta mirada de los curiosos. Después fue el turno de Erralde, algo más nervioso de primeras. Mientras tanto, una gran multitud se congregó en la plaza del metro para ver de cerca la imponente planta de los dos ejemplares. Cámaras fotográficas y smartphones no dejaron de disparar instantáneas en busca de un recuerdo para toda la vida. "Tiene una alzada espectacular, es más alto que yo", apuntó uno de los asistentes, que alcanzaba el metro ochenta, en referencia a Erralde. Tampoco faltaron los que vislumbraban un suculento manjar en su mesa. "De ahí tienen que salir unas chuletas estupendas", señaló otro vecino de Urduliz, impresionado por la magnitud de los cuartos traseros de ambos animales. Todo ello mientras Iñaki Basabe amenizaba con su música la fiesta ganadera.

"Tanto el buey como la vaca están bastante ágiles todavía a pesar de su tamaño", afirmó Jon Ander Zornotza, propietario de ambos ejemplares, durante la exhibición. Su intución, después de tantos años buscando los animales más descomunales para las carnicerías del Grupo Bihotza, no le falló.

Nuevo Récord

Por la tarde, los dos animales fueron sacrificados y batieron un nuevo récord al convertirse en "el buey y la vaca de mayor tamaño", indicó Zornotza, quien se mostró orgulloso de que "ahora las carnicerías del Grupo Bihotza tienen los mejores ejemplares del mundo. Va a salir un producto excelente porque tienen una pinta extraordinaria". Precisamente, la carne procedente de la vaca la pondrá a la venta en su carnicería de Urduliz después de Semana Santa, mientras que la del buey se distribuirá en Bilbao. "Queremos que la vaca, que se ha criado en los últimos años en Urduliz, la puedan degustar los vecinos y vecinas de la zona", expuso Zornotza.

En este sentido, la vaca llegó al matadero con un peso de 1.510 kilos y ofreció 1.008,5 kilos en canal. Por su parte, el buey llegó con 1.996 kilos y 1.326 en canal. Todo un hito que les permite superar a otros destacados ejemplares. En el caso de Paloma-Diamantidis rebasó en la báscula a Handi, la vaca de Abadiño que arrojó 996 kilos en canal. En cuanto a Erralde, superó con creces a Goliat que llegó hasta los 1.266 kilos de peso en canal.

Estos dos últimos años a Paloma-Diamantidis, cuyo segundo nombre es de origen griego en honor a uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia de Grecia, Dimitris Diamantidis, le han criado con mucho "mimo y dedicación" en busca de una competición contra la báscula. Cuando llegó pesaba 1.080 kilos y desde entonces engordó casi media tonelada. A diario no le ha faltado de nada: 20 kilos de pienso, 30 de forraje y cerca de 60 litros diarios de agua. También ha dormido entre algodones, en su propia cuadra y sobre un colchón hecho a medida compuesto de serrín y paja de medio metro de profundidad en el caserío Axpe de Urduliz.

Sus colosales dimensiones siempre han llamado la atención. Es lo que le pasó a José Antonio Sistiaga, su anterior propietario, cuando le vio en un mercado de ganado. "Me gustó mucho su tamaño", recordó. En concreto, vio desde el primer momento el potencial de un animal que puede llegar a ser récord Guinness y convertirse "en la vaca más grande del mundo". No en vano, hay pocos ejemplares en el planeta de esta magnitud.

Llegó a Urduliz hace dos años justo al inicio de la pandemia. Nacida en 2008 en Bergara, en el caserío Agirrebeña de María Aranzazu Jaca y José Luis Maortua, a los siete meses fue adquirida por la ganadería de Aritz Kortabarria, del caserío Torrene de Aretxabaleta, para posteriormente recalar en Urduliz. "Es 100% vasca, nacida en Euskadi, aunque la raza tenga procedencia francesa", aclaró Sistiaga, que la definió como un ejemplar "dócil y manso" que además ha concursado en eventos de genética.

"Tanto la vaca como el buey han mostrado mucha agilidad a pesar de su tamaño"

Carnicería Urduliz