Iker Polo Tomé sigue sumando capítulos a su faceta como escritor. El leioaztarra, enfermero de profesión, empezó a dar rienda suelta a su creatividad en forma de novela con Hilak; la extendió con HilakInguma. Las Mariposas Gritan, y ahora acaba de publicar el poemario #Barkatu! Las paces conmigo, dividido en varias temáticas y que cuenta con 60 poemas. Una obra que le ha transportado hasta la Feria del Libro de Madrid, una cita cumbre con las letras. “Fue una aventura muy guay, no me lo esperaba y para mí, es tocar techo”, admite.

Ha cogido velocidad el inquieto Iker en el mundo literario. Hilak hablaba de Luis, un oficinista de 33 años de Bilbao, un hombre frío y centrado en sí mismo, que sufre un accidente doméstico y acude al hospital de Basurto. Allí, una extraña epidemia se desata haciendo que los infectados se transformen en seres hambrientos de carne humana y extremadamente agresivos. De ahí, pasó a Inguma. Las Mariposas Gritan, un trabajo que desliza que cuando la vida pende de un hilo, se hacen temibles las tijeras. Cuando todo está perdido, tu mundo cabe en la palma de tu mano. Y buscas consuelo, cariño, ayuda en todo lo nimio. “Es una novela sobre una mujer maltratada y un poeta en la Guerra Civil. Son historias que se cruzan y lo que recaudé lo doné para causas parecidas, como grupos feministas, sobre todo del Sáhara”, rebobina Iker. El libro del aquí y ahora es #Barkatu! Las paces conmigo reconoce. Lo cierto es que este leioaztarra ya había estado en contacto antes de este periplo editorial con la composición, porque él es autor de algunas letras de su grupo de música, Las horas muertas. Es otra de las caras del polifacético Iker. “La poesía tiene mucho que ver con escribir canciones, de hecho, algunas son descartes de algún tema que he ido adornando después”, confiesa. Métrica y rima para el rock y para la vida. “Seguiré escribiendo. Igual ya no a libro por año, como ha ocurrido hasta ahora, porque tenía tres ideas muy desarrolladas. Ahora ya no me da tiempo. Bajaré la velocidad”, sostiene.

Habrá más episodios en el mundo imaginario y fascinante de los libros que, por el momento, incluso le han guiado hasta la Feria del Libro de Madrid, que se celebró entre los pasados 10 y 26 de septiembre en El Retiro. “Fui muy ilusionado y me quedé muy contento con la experiencia. Fueron miles de personas hasta allí y yo le decía a mi cuadrilla: ¡Quién va a ir donde estoy yo si no soy nadie! , que por curiosidad ya se paraba en cada puestito y estuve con un montonazo de personas”, asegura. Una vivencia que Iker pudo saborear por su editorial, Éride, que se lo propuso. También avanza Iker en su carrera profesional como enfermero. Trabaja en el hospital de Urduliz, donde el año pasado le tocó desempeñar su función en un escenario inimaginable para cualquier mente. “Me tocó estar frente a frente todo el rato. Al final te haces a todo: las primeras veces, una bofetada en la cara y luego lo vas asimilando. Es un trabajo duro, pero es nuestra labor y hay que estar a las buenas y a las malas”, comenta el enfermero, y también escritor y músico.