La Policía Local de Leioa dispone de un radar móvil para controlar la velocidad de los vehículos cuando circulan por el municipio. Todas las vías de la localidad tienen instaurado, desde principios de 2019, el límite máximo de 30 kilómetros por hora -salvo la parte de La Avanzada que atraviesa el centro, ya que es una carretera foral-, pero ese tope "se sigue sin respetar", lamentó el alcalde leioaztarra, Iban Rodríguez. "Se va acabando el momento de la concienciación; además, hay gente que no acepta las normas si no le afecta al bolsillo o hay alguna sanción", explicó el primer edil.

De este modo, la Policía vigilará la velocidad en cualquier punto del municipio y en cualquier momento sin depender de radares fijos ni de la colaboración de patrullas de la Ertzaintza con radares móviles, como ocurría hasta ahora. De momento, los agentes están realizando una formación y cuando ésta termine, el nuevo radar comenzará a funcionar. Será en el mes de febrero. A partir de entonces, los conductores que sobrepasen los 30 kilómetros por hora en el cuentakilómetros corren el riesgo de ser multados. El regidor leioaztarra sostuvo que esta medida se engloba en la filosofía adoptada por el Ayuntamiento de hacer un municipio más amigable con los peatones y los ciclistas. "Nuestra intención no es recaudatoria, es de concienciación; ojalá no tengamos que poner ninguna multa. No vamos a ir a pillar, ni estamos actuando de mala fe. Lo que no podemos permitir es que se usen nuestras calles como corredores", destacó Rodríguez. Y es que el mandatario leioaztarra denunció el "incumplimiento" de los límites de circulación en "zonas de tránsito escolar", como Aldapabarrena, San Bartolomé o Langileria. "Hay lugares en los que muchos coches pasan duplicando lo permitido y van a 60 kilómetros por hora y, es más, hasta en la zona peatonal de Sabino Arana sigue habiendo gente que no respeta el prohibido el paso para vehículos. Así que, desgraciadamente, tenemos que tomar este tipo de decisiones", añadió Rodríguez.

Leioa es territorio a 30 De hecho, ya desde 2006 muchas vías se regían por ese máximo de circulación. "Nosotros seguimos apostando por llenar las calles de peatones y ciclistas y somos conscientes de que cambiar hábitos es complicado, pero entendemos que hay que hacerlo porque es beneficioso para todos", resumió Rodríguez. De ahí que la adquisición del radar móvil por parte de la Policía Local se conciba como un paso más para que Leioa se mueva más despacio. La infracción del límite de velocidad en vía urbana conlleva multas que oscilan entre los 100 y 600 euros, además de hasta seis puntos en el permiso de conducir. "Tomamos como referencia Pontevedra, que lleva desde 2011 con todas sus calles a 30, 20, e incluso 10. Y es una ciudad ejemplo para ser amiga de sus vecinos y para que los niños puedan jugar en la calle con más seguridad", reflexionó el alcalde de Leioa.

Las razones

Aparte, el gobernante local hizo hincapié en que los recorridos a 30 kilómetros por hora ayudan a incrementar la seguridad vial, en especial a bajar el número de atropellos a peatones. "El riesgo de fallecer al ser atropellado se multiplica por cinco al ir a 50 en vez de a 30", comentó Rodríguez, que, asimismo, recordó que la DGT ya ha rebajado la velocidad límite permitida en las calles de un solo carril por sentido. Según datos de la propia DGT, los viandantes representaron en 2019 casi el 22% de fallecidos en accidentes de tráfico en España; de ellos, el 65% perdieron la vida en vías urbanas.

Otro de los argumentos para defender la circulación a 30 es la reducción de la contaminación acústica. "El ruido de los coches es algo que sufrimos en Leioa", concluyó Rodríguez.