Patrimonio, divulgación y educación marcan la hoja de ruta de Edestiaurre Arkeologia Elkartea, entidad que acaba de editar su primer libro sobre los descubrimientos realizados en las campañas arqueológicas realizadas en 2018 y 2019 en el cordal de Santa Marina, en Urduliz. Un área que alberga destacados tesoros prehistóricos, históricos y culturales de gran valor patrimonial que han recopilado y documentado con precisión en esta publicación promovida por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, el Ayuntamiento de Urduliz y el Gobierno vasco.

Un legado para las generaciones venideras que a través de un libro que se distribuirá próximamente y mediante el que se podrá conocer el trabajo realizado durante dos años por los expertos de Edestiaurre, de la mano de Iñaki Líbano, Sergio Salazar y Sergio Vegas, autores de la publicación, así como información complementaria sobre Memoria Histórica aportada por Aitor Miñambres, director del Museo Memorial del Cinturón de Hierro de Berango.

En este sentido, el libro recoge "de una forma muy visual y sencilla" el trabajo y los resultados obtenidos durante esos dos años, asegura Líbano. Dispone de "fotografías de trabajo, restos arqueológicos únicos en los 84 kilómetros del Cinturón de Hierro, grafitis que documentan los destacamentos militares que estuvieron en Urduliz, fotogrametría en 3D, vídeos fotogramétricos y cenitales, planos, etc.", detalla Líbano. En concreto, por medio de técnicas de fotogrametría lograron documentar grabados que de otra manera serían prácticamente invisibles, como el encontrado en el departamento de fusileros catalogado como URDF25. Junto a la publicación, se incluirá un DVD con un vídeo realizado con un dron que sobrevoló todo el cordal y que permite disfrutar de espectaculares imágenes desde el aire. Además, también incluye una recreación a modo de contexto histórico sobre aquel duro periodo en el que se construyeron los asentamientos. "En Urduliz cayeron dos bombas", apunta Líbano.

Sillar idish

Sobre esta línea, uno de los hallazgos más destacados del proceso arqueológico fue el de un grabado en un sillar de la ermita de Santa Marina. Un aspecto sobre el que profundizan especialmente en el libro. "Realizamos una fotogrametría y, tras consultar con expertos, vimos que se trataba de un elemento que no se podía adscribir a ninguna lengua ibérica ni tampoco al latín", explica Líbano. Entonces, un colaborador de la asociación les puso sobre la pista de que podría ser "judío antiguo". "Nos sorprendió muchísimo, pero concretamente nos comentó que podía ser idish -también conocido como yiddish, lengua perteneciente a las comunidades judías ashkenazis que se asentaron en Europa central- y que podía estar relacionado con los judíos alemanes pertenecientes a las Brigadas Internacionales que participaron en la Guerra Civil", prosigue Líbano. "Resulta que estos brigadistas judeo-alemanes comunistas combatieron en Asturias en la campaña del norte, escribían periódicos en lengua idish y sabemos que brigadistas asturianos estuvieron en la zona durante la contienda bélica. Además hay un documento en la iglesia de Urduliz que refleja que los rojos También coincide que los grabados encontrados en la zona son símbolos comunistas como la hoz y el martillo, etc. Por eso hicimos fotogrametría para comparar los símbolos y vimos que un 60 o 70% de ellos pueden ser léxico idish", concluye.

"El libro recoge nuestro trabajo de una forma muy visual, con imágenes de fotogrametría en 3D"

Pte. de Edestiaurre Arkeologi Elkartea