Getxo - El último domingo de diciembre es sinónimo de zapatilla, sudadera y velocidad en Getxo. Desde hace casi cuatro décadas, las calles de Andra Mari se llenan de hileras de corredores porque la sociedad Itxas Argia organiza el cross para niños y adultos, cuando el año está a punto de cruzar su propia meta. Bajo el sol, pero con un frío invernal, más de 1.200 personas se pusieron ayer a correr para que la trigésimo octava edición de esta cita popular fuera una de las más exitosas de los últimos tiempos.

En la época de las sansilvestres, la zona getxotarra de Andra Mari tira de una carrera con más identidad para convertir su entorno en una fiesta. "Me da igual cómo quedar, voy a ir tranquila, vengo para pasar un buen rato y disfrutar", aseguraba Sonia, una de las participantes, antes del comienzo de los 8,8 kilómetros que había que completar. Pero, sea bajo el nombre que sea, lo cierto es que a la gente le va esto de correr en fin de año -quizás sea por el remordimiento de conciencia de tantos excesos a la mesa-. Cientos de personas lo hicieron ayer en Getxo: en cuadrilla, en familia, con su club, con un amigo, con su perro, o solos. Y se veían camisetas para sacar pecho con la procedencia de los atletas: Portugalete, Barakaldo, Sestao, Trapagaran, Berango? Y Getxo, claro. Unos más motivados, otros más relajados, otros muy divertidos y con adornos navideños y también los había con algo de resaca -estos tuvieron más mérito, si cabe-? Todos ellos impregnaron de color Andra Mari. Primero, fue el turno de los más pequeños, que a las 10.30 horas salieron disparados para recorrer 2.500 metros. Luego, a las 11.00 horas llegó el turno de los adultos. Tras una salida en falso porque la pistola del juez quiso dispararse antes de tiempo, los corredores aceleraron piernas después para seguir un recorrido que embauca a tantos y tantos aficionados, porque es un circuito de paisaje urbano, entre calles, y de agua, arena y hierba. "Es un recorrido muy bonito, y por eso, yo creo que tiene tanto arraigo este cross", opinaba Fermín. Y es que esta carrera discurre, entre otros puntos, por el Paseo de La Galea, mirando al mar desde la altura. En concreto, los participantes salieron del polideportivo de Andra Mari para seguir por las calles Maidagan y Torrebarria y las estradas Goñi, Tosu, Martiturri, Perune y Moreaga. A continuación, la prueba fue por la carretera de Zientoetxe para llegar al parking de Azkorri y dirigirse entonces al Paseo de La Galea. Luego, tras correr por la carretera del Faro, empezaron a divisarse los últimos metros por las vías Peñas de Santa Marina, Bostgarrena, Gustavo Adolfo Becker y, finalmente, la Avenida del Ángel para llegar hasta la meta situada en el polideportivo.

Hubo premios para todas las categorías y hamaiketako y reposición de fuerzas para todos. Itxas Argia, la responsable de la fiesta de Paellas de Aixerrota, en verano, se volcó en la organización de esta prueba, que engorda su nutrido calendario de actividades: Olentzero, salidas de montaña, bailes... Y es que esta asociación no para.