Carlos Zárate

Berango - La jubilación es una etapa idónea para disfrutar de las pasiones que uno siempre ha tenido relegadas por obligaciones laborales o familiares. Por eso, tras más de cuarenta años dedicado profesionalmente a la enseñanza, en varios puestos como maestro de escuela, secretario y director de colegio, inspector?, el berangotarra Iñaki Bernaola, profesor de Primaria y licenciado en Historia, aprovechó que llegó el momento de colgar el hábito docente para retomar una de sus grandes pasiones desde pequeño: escribir. “Llevo casi tres años jubilado en los que he aprovechado para volver a escribir”, relata. Ahora presenta el próximo día 23 en el aula de cultura de Berangoeta el que es su quinto libro y, previamente, lo hará -el miércoles 16- en el espacio Hika Ateneo de Bilbao.

Sus otras cuatro publicaciones anteriores salieron al mercado hace años, antes de un paréntesis de tinta. “En la década de los 80 y 90 publiqué cuatro libros en euskera”, expone. En concreto, su obra escrita en lengua vasca consiste en tres novelas para adultos (Bonga, Zugarramurdiko kontesa, Hamabost urteko naufragoa); y un libro juvenil (Lau idazluma ahizpak); así como numerosos relatos cortos y artículos.

Además de escribir, le gusta interpretar música para flauta travesera, leer, pasear y cuidar de su casa y de su familia. Confiesa que publicar un libro es “algo complicado” pero que supone una “satisfacción personal” la cual ha aprendido a relativizar con la edad. “Ya no te emocionas tanto con las cosas, las miras con una cierta distancia”, señala.

En su última publicación, cuenta con el respaldo de la editorial Alféizar, algo que no suele ser sencillo para escritores sin tanto renombre. “Lo normal es que te rechacen el manuscrito, es un poco lotería. Mira, por ejemplo, a Gabriel García Márquez. En un primer momento le rechazaron Cien años de soledad y luego...”, recuerda.

En este sentido, en el libro aborda un tema espinoso. Bajo el título El Célibe, Bernaola aborda el celibato en una novela ambientada en Irlanda, país con una profunda y arraigada tradición religiosa. “Es un país con mucha influencia católica”, señala. De este modo, se adentra en este mundo a través de la piel de una serie de personajes jóvenes que sufren para mantener el celibato. “Es una apología de que las personas adultas tienen derecho a disfrutar de su vida sexual, emociones y personalidad”, describe. “Una de las tesis que se plantea es que el celibato es inviable y nocivo”, agrega. De esta manera, también profundiza en el espinoso mundo de los abusos a menores por parte de cargos eclesiásticos. “Es muy probable que si la Iglesia abriese la mano con el asunto del celibato no se hubiesen producido tantos casos de abusos”, opina.

Sinopsis “Esta novela es la historia de un grupo de irlandeses, hombres y mujeres, religiosos y seglares, y de su lucha por lograr, por encima de condicionamientos de todo tipo, al fin ser dueños de su propio cuerpo, de su propia sexualidad y de su propia vida”, destacan desde la editorial. Asimismo, también aborda el patriarcado y los problemas que sufren muchas mujeres jóvenes que, tras quedar embarazadas, ven cómo sus hijos son entregados a otras personas por medio de una red de tráfico de bebés. “Es normal que a un joven cura irlandés henchido de deseo de amar al prójimo, mantener el casto celibato sacerdotal le resulte poco menos que imposible. O que cuando quienes arden en deseo de amar al prójimo sean mujeres, hayan tenido que enfrentarse tanto con la propia Iglesia como con una sociedad tradicional y patriarcal hasta la médula, y que a raíz de ello hayan sufrido multitud de penalidades como embarazos no deseados, bebés entregados forzosamente en adopción o internamientos forzosos”, relatan sobre una trama llena de intereses cruzados.