“Después de tanto tiempo se notaba que había ganas”. Lo dedice Ainara Arkotxa, organizadora del mercado Dos de Mayo, que ha vuelto a celebrarse este sábado en Bilbao La Vieja tras más de dos años de parón recuperando la afluencia de público previa a la pandemia. “Ha sido un éxito. Hay muy buen ambiente y, sobre todo, mucho turismo”, hacía balance, a media tarde, inmersa en esta iniciativa, que ha dejado a 40 puestos en lista de espera y cuyo futuro es incierto. “Nos piden ciertas condiciones que no podemos cumplir, pero estamos trabajando para poder volver igual dos veces al año”.

Moda vintage, diseño, artesanía y artículos de segunda mano se han conjugado nuevamente en las calles Dos de Mayo, Lamana y General Castillo, por las que ha fluido el personal en un ambiente festivo, como si el coronavirus hubiera sido un mal sueño. “Ha habido bastantes puestos de cerámica, que en los últimos años se ha puesto de moda, artesanía textil, turbantes, tote bag, pendientes hechos con la imprimación 3D... Hemos tenido también artistas que vendían sus impresiones y gente que traía óleos”, ha destacado la organizadora y portavoz de la Asociación Dosdemayo.

Todo eso y mucho más se ha puesto a la venta en más de 70 puestos. Y lo que se a quedado en el tintero. “Está a tope. De hecho, se nos han quedado más de 40 solicitudes fuera, en lista de espera, sin haber podido participar”, ha detallado Arkotxa. Una cifra que nunca había sido tan elevada. “Este año ha habido más demanda para poner puestos. Se nota que hay muchas ganas y mucha gente que hace cosas. Ha habido, sobre todo, personas que durante la pandemia han empezado a hacer artículos artesanos y ahora los quieren sacar. Es más por ocio que comercial. Alguno me ha comentado que ha vendido todo”, explicaba.

FAMILIAS, TURISTAS, JÓVENES...

A las familias y los visitantes extranjeros le ha tomado el relevo por la tarde un público más joven. “Está guay porque ha habido gente con niños, muchos matrimonios extranjeros de cierta edad que venían con el plano, sabiendo a lo que venían... Las primeras actuaciones han sido para toda la familia, un cuentacuentos y baile africano. Las de la tarde son más para gente joven, para bailar”, ha señalado.

La jornada, animada por las actividades callejeras y las propuestas de los locales de la zona, se desarrolla entre las once de la mañana y las ocho de la tarde con una despedida sin fecha de regreso. De hecho, el mercado, que nació hace más de 15 años de la mano de jóvenes emprendedores que abrieron sus negocios en el barrio, se anunció como “una edición especial”.

SIN FECHA DE REGRESO

Por ahora esta va a ser la única. Estamos haciendo las cosas para poder volver en un tiempo”, ha avanzado Arkotxa, quien ha recordado que, antes del covid, el mercado se celebraba mensualmente y planteó la posibilidad de que ahora fuera semestral. En caso de regresar, volverán a “ceder” un puesto a entidades que trabajan por el barrio, como ayer hicieron con el AMPA de Mujika Eskola, que ha recaudado fondos y libros para su biblioteca.

El comercio concentrado en estas calles de Bilbao La Vieja, antaño pobladas de lonjas vacías, tampoco ha esquivado el golpe de la pandemia. “Ha sido muy duro. Hacía falta que la gente viniera y el mercado es una excusa, sobre todo, para dar a conocer los comercios, por ejemplo, de diseño, que la gente no conoce. Vienen al mercado y dicen: Ostras, mira, esa chica vende alfombras, estos hacen muebles de ferrería... Hacía mucha falta”, ha reiterado la portavoz. Y eso que la cifra de locales se mantiene. “Ha habido cierres, pero también aperturas. En ese sentido, no ha habido mucho cambio”.