LOS freetoursAsí lo asocian la mayoría de las cabezas. Cosas de guiris, pensarán. Pasear por el Casco Viejo y ver un grupo de turistas escuchando la historia de Bilbao es algo habitual. Explicaciones en inglés, francés o incluso en chino, pueden escucharse cuando se pasea por las siete calles. Pero, ¿y sí quien disfruta y aprende de esas explicaciones sobre la villa fuese precisamente de Bilbao?

Juana, Tania, Irantzu, Ariadna, Eider, Irati y Uxue tienen 25 años y llevan esos mismos viviendo en Bilbao. Han paseado por El Arenal, han poteado por el Casco Viejo y han disfrutado de cada rincón de la villa desde que nacieron pero, han querido dar un paso más. Se han apuntado, como unas turistas más, a uno de los freetours

“Crees que lo conoces todo de la ciudad pero no es así. Muchas veces presumimos de ser de Bilbao cuando no sabemos muy bien todo lo que tenemos para presumir. Muchas veces nos olvidamos de lo que tenemos en casa que es incluso más interesante que lo que visitamos en otras ciudades”, cuenta Ariadna.

“La gente pensará, de hecho yo lo he comentado con varios conocidos y me han dicho sorprendidos: ¿Un freetour, apunta Juana. “Somos un poco ignorantes porque pensamos que lo sabemos todo, y habrá quien sepa mucho porque sus aitites y aitas les han contado curiosidades de Bilbao, pero hay otra gente que no sabe muchas de las cosas que se cuentan en estos tours”, añade. “Nos creemos que conocemos muchas cosas de Bilbao pero no sabemos ni la mitad de lo que engloba la ciudad”, puntualiza Tania.

Por la villa pueden realizarse una gran variedad de tours: para conocer el Bilbao histórico, el moderno, el alternativo... Una infinidad de posibilidades que dan la oportunidad de enamorarse de cada rincón de Bilbao. Estas jóvenes bilbainas decidieron realizarlo por el Casco Viejo, para conocer mejor el sitio donde aseguran, pasan muchas de sus tardes y donde han paseado “muchísimas veces”.

Su tour empezó en El Arenal, donde tantas horas han pasado sobre todo, en agosto, bailando en las txosnas por Aste Nagusia pero, sobre el que nunca se habían planteado su pasado. “Nos enseñaron planos de cómo era Bilbao hace muchos años y a medida que iba avanzando el tour íbamos viendo el cambio que había pegado la ciudad con el paso del tiempo”, explican.

“Fuimos a la iglesia de San Nicolás y nos enseñaron algo que yo, personalmente, no sabía: hay una chapa que indica la marca que dejó el agua en las riadas. Nos hablaron de las inundaciones, que fueron en plenas jaias de Bilbao, eso sí que es algo que en mi familia se había comentado mucho porque mis aitites son del Casco Viejo y han vivido siempre allí; mi aita, mi ama vivieron las inundaciones y me contaron todo lo que pasó esos días en su momento”, cuenta Juana.

“Había muchas cosas que yo no tenía ni idea, cosas tan simples cómo de dónde viene el nombre de Bilbao, las teorías que hay”, apunta Tania.

un antes y un después

Asegura que hacer un tour como estos cambia completamente la visión que tenían de Bilbao. “Después de hacer un tour así en la ciudad donde llevas viviendo toda tu vida empiezas a fijarte en cosas que antes no les prestabas ninguna atención. Descubres cosas que no te imaginabas; no piensas que en tu ciudad pueda haber cosas tan interesantes”.

“Ahora conocemos por qué es tan importante y mítico el bacalao en Bilbao, y también el origen de las bilbainadas. Me sorprendió mucho esta historia, y es que, hace muchos años, en el siglo XIX, cerraron todos los portales y la Plaza Nueva se llenó de agua, la inundaron, y metieron góndolas como si fuese una pequeña Venecia, esa fue la primera gran bilbainada”, explica.

“Es una experiencia que te ayuda a aprender y que, además disfrutas de forma muy especial porque muchos de los chistes y chascarrillos que cuentan los guías, como bilbaina, los entiendes mejor”, explican.