El Impuesto sobre Bienes Inmuebles, más conocido como el IBI, el Impuesto sobre Vehículos, la Tasa por Prestación del Servicio de Alcantarillado, de Recogida de Basura, además del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras, la Plusvalía.

En definitiva, todos los Impuestos y Tasas Municipales quedan congelados para el año 2022 por segundo año conscutivo. Además se mantendrán las ayudas y beneficios para reducir el impacto de la crisis. "Me parece importante trasladar a la ciudadanía que con esta propuesta el Gobierno Municipal da cumplimiento al compromiso que adquirimos de ayudar a la población y al tejido empresarial de la villa a recuperarse de los efectos de la pandemia", ha defendido esta mañana la concejala de Hacienda, Marta Ajuria. El equipo de Gobierno ha aceptado dos enmiendas, una de EH Bildu referida a la tasa del cementerio de Derio y el Mercado de La Ribera y una modificación del PP referida al taxi.

Con esta medida el Ayuntamiento dejará de recaudar dos millones de euros que no repercutirán en los servicios de los vecinos y vecinas, asegura la concejala.

El pleno que se celebra esta mañana, es junto con el de presupuestos, el debate económico que marcará la gestión de la ciudad el próximo ejercicio

"Los Tributos Municipales constituyen el sistema de recursos económicos propios necesarios para dar cobertura, con financiación municipal, a los gastos que conforman el presupuesto y representan, aproximadamente, 1/3 de los ingresos totales. Por lo tanto, el bienestar de los bilbainos y bilbainas, así como, el futuro de nuestra ciudad están relacionados de manera significativa con los Impuestos y Tasas Municipales, con las Ordenanzas Fiscales".

Ajuria ha recordadao que para el próximo año (BBVA Research) se prevé que la economía de Euskadi pueda recuperar su nivel precrisis, Euskadi va a ser una de las comunidades que «mejor» se va a comportar en términos de recuperación del PIB per capita.

"Pero tampoco debemos olvidar, que a lo largo de los años 2020-2021 y fruto de la aplicación de las medidas establecidas para hacer frente al coronavirus, se ha producido una fuerte contracción de la economía, soportando mayor impacto de las restricciones, sectores como el turismo, hostelería, comercio e industria, produciéndose además una retracción del consumo en los hogares vascos".

Por este motivo "queremos apostar por una política fiscal que nos ayude a la salida de la crisis, recuperando las tasas de crecimiento económico previo a la pandemia y para ello se necesita potenciar el consumo y la inversión".

Junto a la congelación, Bilbao mantendrá para el año 2022 las facilidades de pago y los beneficios fiscales dirigidos a personas mayores y jóvenes, a personas con discapacidad. También las bonificaciones contempladas para personas beneficiarias de la RGI o en paro, beneficios todos ellos que pretenden reducir el impacto que la fiscalidad puede tener sobre ellas.

Estas medidas se suman a toda la batería de herramientas puestas en marcha por el Ayuntamiento de Bilbao dentro del Plan Bilbao Aurrera con acciones de cohesión social, ayudas directas, bonos a los sectores de hostelería, comercio, cultura y turismo.

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