"Cada vez somos más los que tenemos mascotas y es un problema dónde ir con ellos", asegura el propietario del Restaurante La Roca y dueño de un perro, José Mari Aguirre. Por eso, en su local estos peludos pueden pasar sin problema alguno, pero con "educación", aunque confiesa que más por parte del poseedor que de la propia mascota.

Hay una amplia variedad de bares y restaurantes en Bilbao y también los hay que admiten mascotas. Entre ellos se encuentra el restaurante Sua San, en el número 73 de la Avenida de Mazarredo, cerca del Bellas Artes y el Guggenheim. Este restaurante abre desde primera hora de la mañana, ofrece desayunos, brunchs, comidas y cenas. Tiene además una amplia variedad de comida vegetariana.

En este establecimiento nos cuenta su propietaria, Cristina Martínez, que los perros pueden acceder tanto dentro como en la terraza y que el único requisito es "que sea educado", se puede ir con más de un perro, siempre en función del aforo, "no es lo mismo llevar un caniche que un dogo", justifica. "Tratamos de que no entren muchos perros grandes cuando hay mucha gente y tener en cuenta las preferencias de los que están alrededor, pero nunca hemos tenido un problema, la gente que viene a comer aquí sabe que somos petfriendly", añade Cristina.

APERITIVO CANINO

"No hemos tenido ningún inconveniente, por eso nunca nos hemos tenido que plantear poner limitaciones", declara esta hostelera. Por si permitir el acceso fuera poco, asegura que les ponen también un cuenco de agua y con el menú del día se ofrece un plato de arroz con pollo para el animal si el dueño lo quiere. Entre risas asegura que como a gran parte del personal le encanta los animales, le dan "pavo, pollo, al peso", aparte en la entrada siempre hay un cuenco de agua y aperitivo canino.

De cerca le sigue el restaurante vegetariano Garibolo en la calle Fernández del Campo número 7, a dos minutos de la Plaza Zabalburu, aunque añaden ciertas limitaciones. Permiten estar a los animales tanto dentro como fuera, pero no pueden superar los 30 kilogramos. El propietario, Rafael Carretero, confiesa que él también tiene perros y por eso cuando llegan a su restaurante "los admite y los mima".

Aun con todo, afirma: "aunque los perros me gustan muchísimo, mi negocio va dirigido a los humanos", es por eso que en caso de que el restaurante esté muy lleno el acceso de los perros queda restringido, por la comodidad del resto de clientes. De nuevo este hostelero recalca la necesidad de que el perro sea educado y no moleste al resto de comensales.

Automáticamente cuando llegan les ponen un bebedero de agua, pero no les dan comida, aunque si el propietario lo pide y se dispone de ello, se puede dar arroz.

BUENA CONDUCTA

En un ámbito más elegante encontramos el restaurante La Roca de Bilbao, en el número 1 de la calle Ercilla cerca de las torres Isozaki. También se admiten perros, sin limitaciones, pero con "un decálogo de buenas conductas", asegura el propietario José Mari Aguirre.

Hace hincapié en que el perro tiene que estar tranquilo, atado y si el perro está nervioso que el propietario se comprometa a darle un paseo. "Cada vez somos más los que tenemos mascotas y es un problema dónde ir con ellos", afirma, "por eso, somos un espacio dogfriendly". En su puerta tienen un bebedero tanto para los perros de los clientes como los que pasan por la calle.