Ni la llegada de turistas locales, principalmente vizcainos y guipuzcoanos, aunque también algunos alaveses en menor medida, ha salvado la Semana Santa en los hoteles bilbainos, que a duras penas han alcanzado una ocupación media del 30% estos días festivos. Solo la noche del sábado al domingo las reservas se elevaron a algo más del 50%, muy por debajo de los puentes de la época precovid pero que han superado unas expectativas que se habían hecho trizas tras el anuncio del cierre perimetral autonómico. “Ha ido mejor de lo esperado; hemos tenido una ocupación media del 60% y, al ser solo turismo de los tres territorios, no esperábamos mucho más”, valora el director del hotel Tayko, Ander Elortegi.

A falta de recopilar los datos de algunos de los 27 hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas que engloba la asociación Destino Bilbao, la ocupación no ha superado el 30%, “en la línea de lo que nos esperábamos. Los agroturismos han tenido buenas ocupaciones pero en los hoteles la cosa ha estado muy floja. Comparando con 2019 estamos hablando de una facturación más de un 80% inferior”, explica su presidente, Álvaro Díaz-Munío. “Y eso teniendo en cuenta que la mitad siguen cerrados y que los precios están un 50% por debajo de una Semana Santa normal. No hay nada que celebrar; son cifras muy flojas y con la preocupación de que vaya a haber más cierres que retrasarían la llegada del movimiento entre comunidades que tanto necesitamos”.

En el Tayko han rondado el 60% de ocupación, dependiendo del día, un porcentaje que consideran aceptable teniendo en cuenta que no se podían recibir clientes extranjeros ni de otras comunidades. Las reservas de última hora han vuelto a funcionar también este año. “Las reservas se dispararon en los últimos dos días; estábamos en el entorno de un 35% y esos 25 puntos extras han venido en el último momento”, echa cuentas su director.

En su caso, han sido principalmente turistas guipuzcoanos, sobre todo de Donostia, los que han llenado las habitaciones del hotel, “en un 80%”, a los que se han añadido, “a modo casi anecdótico, algunos alemanes y suizos que estaban aquí por trabajo y han alargado la estancia un par de días”, enumera. La estancia media ha oscilado entre una y dos noches, con mayoría de parejas que buscaban un cambio de aires aunque fuera en el territorio vecino. “Para ser turistas de proximidad, ha habido más clientes que se han quedado dos noches de lo esperado”, admite Elortegi.

Un ejemplo de ello son Markel Hernández y Ariana Lavín, una pareja de novios de Ermua y Berriz que optaron por Bilbao para una escapada a la vista de la situación epidemiológica. “Estuvimos valorando ir a Donostia pero, tal y como están las cosas, no queríamos salir del territorio. Teníamos ganas de hacer algo diferente aunque fuera un fin de semana”, afirmaban a las puertas del hotel Ercilla, en el que se alojaron desde el viernes hasta el domingo. De hecho, de no haber sido porque tenían hecha la reserva hace un par de semanas, ni siquiera hubieran podido venir, porque tanto Ermua como Berriz está confinados. Unos metros más allá, en la puerta del hotel Carlton, otro matrimonio de Getxo abandonaba sus instalaciones tras haber pasado una noche en el establecimiento, “para hacer algo diferente para ver el partido de la Copa”. También realizaban el check-out Nacho y Águeda, residentes en Madrid, que habían viajado dos días a Bilbao por trabajo.

En este hotel la ocupación de sus 140 habitaciones únicamente superó el 50% la noche del sábado, la más potente. “Ni bien ni mal; hemos tenido una ocupación digna, a costa de unos precios que no tienen nada que ver con los de hace dos años. Teniendo en cuenta el cierre perimetral, es lo que toca pero partiendo de otros años ha sido una mala Semana Santa. Mejoró un poco a última hora, con parejas y familias guipuzcoanas y vizcainas, y algún francés escapado, pero tampoco esperábamos que fuera a ser mucho mejor”, explica su jefe de reservas, Pedro Martín.

Aunque no pierden de vista el verano, en el que tienen puesta la esperanza, su principal preocupación es la semana que hoy arranca y, sobre todo, en la tasa de incidencia que acumule Bilbao mañana y que determinará su posible cierre perimetral. “Si no superamos los 400 podríamos incluso llegar a medio salvar la Semana de Pascua; ya tenemos reservas que, sin ser una maravilla, suponen una base si luego entran otras de última hora. Comunicar el martes si hay un confinamiento perimetral para el miércoles es una faena: ¿qué haces con las reservas que ya te han llegado? Te planteas seguir abierto porque te puedes ver con cinco habitaciones ocupadas, lo cual es una ridiculez. Si va a haber una medida tan drástica, que nos afecta muchísimo, agradeceríamos saber las cifras día a día para saber a qué atenernos”, plantea.

Más que una escapada

Una oportunidad para cenar fuera

Horarios. Alojarse en un hotel ha sido, para muchos, no solo la oportunidad de salir de casa aunque sea por una noche, sino tener la posibilidad de cenar en un restaurante en una época en la que la limitación horaria impide esta opción en un local hostelero al uso. “Hemos tenido un pack que incluía el alojamiento y una cena maja de cinco platos que ha funcionado muy bien; si quieres cenar en un establecimiento es la única forma porque la hostelería cierra antes. La gente ha podido empezar a cenar incluso a las 22.00 horas, tomarse una copa después... Hemos tenido hasta gente de Bilbao que lo que buscaba era precisamente eso”, explica el director del Tayko, Ander Elortegi.

“Han sido cifras muy flojas, en la línea de lo que esperábamos; aún no hay nada que celebrar”

Destino Bilbao

“Para ser turistas de proximidad, ha habido bastantes clientes que se han quedado dos noches”

Hotel Tayko

“Valoramos ir a Donostia pero tal y como están las cosas, preferimos no salir del territorio”

Ermua y Berriz