Más allá de la polémica entre el Ayuntamiento de Bilbao y Bilboko Konpartsak por la suspensión de Aste Nagusia y la organización de la Aste Nahasia alternativa, hay que decir que el corazón de las fiestas de Bilbao sigue bombeando. Es cierto que no ver a Marijaia por los rincones más insospechados de la ciudad hace que el tempo del latido de las comparsas sea lento. Pero este adagio es solo pasajero ya que donde hubo fuego siempre quedan rescoldos para volver en 2021 con una Aste Nagusia popular, participativa y diversa, más si cabe. Eso sí, si se logra controlar la expansión del covid-19 y la vacuna hace que la normalidad, la auténtica normalidad, regrese a nuestras vidas.

DEIA ha querido testar cómo andan estos días los ánimos en la familia konpartsakide por las no fiestas, este neologismo horrible que ha nacido en plena crisis sanitaria. La primera parada resulta casi inevitable. ¿Qué opinan de la decisión del Ayuntamiento de suspender Aste Nagusia? La respuesta lleva la mesura que llega, en ocasiones, tras la reflexión que sucede a toda controversia. "Nosotros mismos hemos decidido suspender las actividades que teníamos previstas en la Aste Nahasia porque entendemos que con la situación sanitaria actual no cabía otra opción. Lo único que achacamos al Ayuntamiento es cómo se han ido tomando las decisiones y la falta de diálogo e inclusión de la Comisión Mixta de fiestas", afirma Iñigo Iglesias, portavoz de Bilboko Konpartsak.

La prueba de que es mejor no hacer leña del árbol caído es que "la pena" ocupa ahora del lugar que antes acaparaba la crítica. "Creo que el sentimiento más generalizado es el de tristeza. Nosotras estamos trabajando todo el año para poder llevar a cabo Aste Nagusia, es un momento muy especial para todas las konpartsakide. Es un momento para disfrutar, para ver los frutos del trabajo y este año desgraciadamente no puede ser. Es duro, no es dramático obviamente, pero es triste para todas las comparsas", explica Iglesias. En el caso de Iñigo, a la tristeza se ha unido "la extrañeza" que acompaña a este año tan raro. "El equipo de redes sociales y comunicación de Bilboko Konpartsak sí que tenemos trabajo. Todos los días subimos fotos de actos y de mensajes de ánimo. Pero aunque tienes trabajo, te sientes bastante desubicado porque piensas, a estas horas estaría comiendo en El Arenal o a estas horas estaría preparando los juegos infantiles o estaríamos con las pruebas de sonido de un concierto", señala el comparsero de la txosna Aixeberri.

Sin el bullicio, el colorido y el espíritu reivindicativo de las txosnas El Arenal languidece en paseos con mascarilla. Además, la imposibilidad de instalar las txosnas tendrá un impacto en la financiación en la actividad que realizan las asociaciones que hay tras las 28 comparsas. En este sentido el portavoz de la comisión dice: "Lo mejor es que nuestro fin no solo es lúdico, no solo es la fiesta, sino que detrás tenemos organizaciones de barrio, grupos ecologistas, feministas, equipos deportivos y su actividad se verá afectada en mayor o menor medida". No obstante, añade, "cada uno en su casa sabe en qué medida le puede afectar que no haya txosna y cómo puede solventar esa pérdida de ingresos. Pero lógicamente, lo que más nos apena es que este año tengamos que reducir los proyectos en los que participamos a lo largo del año".

Tres hitos en 42 años de historia

Como hablar del presente es bastante deprimente y la incertidumbre impide ver el futuro con claridad, solo queda mirar atrás para recordar por qué Aste Nagusia ha llegado a ser lo que es. "Bilboko Konpartsak y Aste Nagusia son algo indisoluble, creo que las fiestas de Bilbao son como son por Bilboko Konpartsak y Bilboko Konpartsak no tendrían razón de ser sin Aste Nagusia", dice Iglesias. Lo bueno del modelo festivo de Bilbao, asegura, "es que es participativo, plural. Es un modelo que lo hace la gente para la gente y eso sería totalmente imposible sin las comparsas. No solo ponemos una barra sino que organizamos actividades a lo largo de todo el día: juegos infantiles, el concurso gastronómico, conciertos... Las comparsas intentamos ser un agente más en el vivir sociocultural de Bilbao y creo que lo conseguimos".

42 años consolidan el modelo de unas fiestas por la que han desfilado tanto los mejores artistas como los míticos pies negros de los 80. También han vibrado con las fieras del Circo Mundial, las barracas o la magia de los espectáculos pirotécnicos y el txuptxup de una buena cazuela, las bajadas de goitiberas o las sesiones de bertso y el Baile de la Era en la Plaza Nueva, las bilbainadas de La Pérgola, Gargantúa y el Desfile de la Ballena, la subida por la ría de Marijaia para su agur... De entre el mar de instantáneas de Aste Nagusia, el portavoz de Bilboko Konpartsak elige tres y dos de ellas tienen que ver, precisamente, con la no celebración de las fiestas.

"Creo que el primer hito sería lógicamente Aste Nagusia de 1978, cuando nacieron las fiestas con esta concepción popular y participativa. El segundo hito sería en 1980, cuando Castañares intentó celebrar Aste Nagusia sin las comparsas y se demostró que no podía haber Aste Nagusia sin comparsas porque la gente no acudió a lo que propuso el Ayuntamiento. Ese año se demostró que las comparsas eran necesarias y se comenzó a perfilar el modelo mixto que tenemos. El otro hito sería en 1983, cuando se demostró que no solo somos fiesta sino que también estamos para echar una mano. Cuando se produjo la riada, las primeras cuadrillas en acudir con palas para intentar limpiar el Casco Viejo y ayudar a la gente fuimos las comparsas", recuerda.

El plan de mañana Iglesias alude también a un hito "sordo" que surgió a finales de los 90 del que nació la última gran transformación de Aste Nagusia. Ese punto clave es "la integración de la mañana en el programa de las comparsas, con la potenciación del concurso gastronómico, que hoy en día es supermasivo y popular, los juegos infantiles, la posibilidad de acercarte a las txosnas porque están abiertas, las comidas populares€" Según comenta, el mítico mañaneo ha sido propiciado "por los propios konpartsakides, y ya estamos hablando de segundas y terceras generaciones de gente que está participando en las txosnas. En este sentido, nosotros mismos también demandábamos hacer cosas propias con los críos. Y poco a poco, todos hemos ido apostando por eso, por hacer una oferta más inclusiva, lo cual ha facilitado que los bares del Casco Viejo y otras zonas de Bilbao tengan movimiento y que la gente se disperse un poco a lo largo del día y vaya a otros puntos de la ciudad".

Este año Bilbao se queda sin mañaneo y sin gaupasa. Por no haber, apenas subsiste el terraceo tras perder el poteo. Y ante este panorama, Bilboko Konpartsak lanzan un mensaje de "ánimo" e invitan a la gente a que cuelgue un pañuelo festivo donde pueda y a publicar en las redes sus fotografías de cualquier Aste Nagusia pasada para "visibilizar que esta semana tenía que haber sido Aste Nagusia, sin salir a la calle, sin necesidad de hacer aglomeraciones y demostrar la importancia que Aste Nagusia tiene en cada uno de nuestros corazones".