Bilbao - El nuevo puente que conecta Bilbao con su isla ya se asienta de manera provisional en los estribos construidos en las orillas de Zorrotzaurre y San Ignacio. Tras una maniobra sin incidentes, y efectuada con adelanto según la agenda original, sobre las seis de la tarde de ayer la estructura central del segundo puente sobre el canal de Deusto quedaba asentado en su lugar.

Una nueva conexión que según adelantó ayer el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto tendrá nombre de mujer manteniendo la filosofía iniciada la legislatura pasada según la cual se dará prioridad a los nombres femeninos en el nuevo callejero que se generen en la villa. La competencia para denominar calles, avenidas y puentes es del propio alcalde aunque ayer no quiso adelantar el nombre concreto con el que será bautizado aunque sí indicó que se consultará con el entorno cercano posibles candidatas a la nominación.

El primer edil bilbaino acompañó ayer al consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Iñaki Arriola, en una visita que realizaron con varios concejales y responsables de Visesa, la sociedad pública dependiente del Gobierno vasco y promotora de la construcción y colocación del viaducto.

Ambos responsables pusieron el énfasis en el desarrollo ya iniciado en Zorrotzaurre y lo que va a suponer la entrada en servicio del viaducto, de momento, solo para servir a las obras públicas y privadas que durante los dos próximos años se va a llevar a cabo en esa punta de la isla.

El consejero indicó que la conexión sobre el canal de Deusto "es fundamental para que se pueda desarrollar el proyecto de urbanización en la zona norte de Zorrotzaurre y se pueda avanzar en la licitación de las viviendas" previstas en esa zona.

Por su parte el alcalde de la villa destacó que "Zorrotzaurre es un proyecto a largo plazo que poco a poco, año a año, va a ir teniendo concreciones" indicando con seguridad que "el proyecto de la isla del conocimiento de Bilbao avanza".

Las declaraciones fueron realizadas mientras, a espaldas de los invitados, las dos pontonas con el viaducto procedía a su giro de 90 grados para posicionarlo en perpendicular a las orillas. Una maniobra que se adelantó, se inició a las 8.30 de la mañana, y que finalizó poco antes de las 12 sin ningún percance. Operarios holandeses en las barcazas con el apoyo de amarradores del Puerto de Bilbao en tierra fueron girando el conjunto flotante utilizando grandes cuerdas o estachas con mucho tino y coordinación ante la atenta mirada de varias decenas de vecinos que no quisieron perderse la peculiar maniobra.

Finalizado el viraje se esperó varias horas hasta que la subida de la marea permitió elevar la estructura y empezar su encaje en los apoyos construidos en las orillas. En vez de esperar al punto álgido de la pleamar, a las 19.18 horas, el proceso también se adelantó a las cinco de la tarde aprovechando que los cuatro carros sobre los que se apoyaba el puente en las plataformas flotantes podían elevarlo con un sistema hidráulico. "Así hemos contado con más margen de tiempo ya que podíamos esperar hasta las diez de la noche para encajarlo en su sitio", indicó el director de Urbanismo de Visesa, Alejandro Santamaría. A las 18.10 quedaba asentado el puente y finalizaba el operativo que ha salido a pedir de boca.

Cumplido el objetivo de instalación ahora queda culminar los trabajos para su anclaje definitivo y acometer todo el resto de tareas para que pueda entrar en servicio.

Carlos Quindós, director de Visesa detalló como a partir de hoy se empezará con la soldadura de esta sección central del puente en las estructuras que penden de las orillas para conformar el paso de 75 metros de largo que salva el canal.

Después vendrán las obras de hormigonado del tablero, la instalación de las aceras en sus laterales, la colocación de los servicios en las conducciones preparadas ya en el puente, el asfaltado y el pintado de todo el conjunto en color blanco. Toda la estructura será protegida frente a la corrosión con tres capas de pintura de protección anticorrosión frente a ambiente marino. Es más, en las zonas más expuestas sumarán un espesor total superior a 350 micras un gruesa piel que es semejante a la protección utilizada en aplicaciones navales y estructuras offshore como las plataformas petrolíferas.

Quindós contabilizó que todo ello se prolongue tres meses que para "primeros de abril puedan hacerse la prueba de carga para comprobar la seguridad y estabilidad del viaducto".