Bilbao - En Sant Just Desvern, un municipio del área metropolitana de Barcelona, la comida que sobra en los comedores escolares de los centros públicos no se tira. Se congela y se distribuye a personas con dificultades económicas o en riesgo de exclusión. Esta “buena práctica” municipal expuesta ayer en el III Foro Ciudad de Valores-Ciudad Educadora es la aplicación práctica de valores como la sostenibilidad y la solidaridad.

La cita que durante dos días, ayer y hoy, reúne en Bilbao a 32 representantes de veinte ciudades del Estado es un paso más en la elaboración de una Carta de Valores común para los integrantes de la Red Estatal de Ciudades Educadoras, que toma como modelo Bilbao Balioen Hiria. En este tercer foro, que se desarrolla bajo el lema Los valores que podemos consensuar, los representantes de Sevilla, Barcelona, Zaragoza, Iruñea, Girona, Cuenca, Lleida, Rivas Vaciamadrid, L’Hospitalet de Llobregat, Gasteiz, Eivissa, Sant Feliu, Sant Just Desvern, Camargo, Villanueva de la Torre, Barakaldo, Alcoi, Ibi, Parets del Vallés y Bilbao, han conocido casos de buenas prácticas que ejemplifican y concretan conceptos más abstractos, como el papel de los valores en la ciudad.

Esta es la tercera vez que ciudades de la red se reúnen en Bilbao para consensuar una Carta de Valores. El primer encuentro se llevó a cabo en mayo del año pasado y el segundo, en noviembre. En todos ellos Bilbao Balioen Hiria ha sido la referencia y está previsto celebrar otro foro antes de que en 2020 se presenten las conclusiones de estos dos años de trabajo. El objetivo de estas reuniones es aunar criterios sobre qué es una ciudad de valores, por qué hay que poner en marcha esa ciudad de valores y para qué. Desde el Ayuntamiento de Bilbao, anfitrión e inspirador de los trabajos de la red, señalaron que “es un proyecto de Ciudad de Valores que tendrá una Carta de Valores para la Red, pero sin perder la esencia que caracteriza a cada ciudad participante”.

Ejemplos concretos En las sesiones de trabajo, los representantes municipales han hecho presentaciones de casos concretos de buenas prácticas que, como en Sant Just Desvern, implican a ayuntamientos, organizaciones sociales, voluntarios, ciudadanos y profesionales de diversos campos para actuar en pro de la igualdad, la inclusión o el medio ambiente, entre otros muchos valores. Así, rotando de mesa en mesa, los asistentes al foro pudieron conocer una iniciativa del Ayuntamiento de Iruñea para que los jóvenes actúen como corresponsales informativos en sus centros educativos y trasladen a sus compañeros información sobre actividades, festivales, instalaciones públicas, etc. También se comentaron los ejemplos de Cuenca, Eivissa, Sant Feliú, Rivas Vaciamadrid y Sevilla.

Hoy es el turno de las buenas prácticas de Barcelona, Camargo, Zaragoza, Bilbao, L’Hospitalet de Llobregat, Villanueva de la Torre, Alcoi, Barakaldo, Lleida, Ibi, Parets del Vallés, Gasteiz y Girona.

Estas exposiciones de casos, según destacaron fuente del Ayuntamiento de Bilbao, pretenden “mostrar lo que ha hecho y lo que puede hacer cada ciudad y avanzar una agenda de acciones que podrían tomar en consideración los ayuntamientos, en relación a los valores compartidos”.

A través de este trabajo la Red de Ciudades Educadoras elabora un documento en el que toman como punto de partida y modelo la Carta de Valores de Bilbao, aprobada por el pleno del Consistorio en marzo del año pasado. Así, Bilbao Balioen Hiria sirve de base y ejemplo para el desarrollo de una carta común para todos los municipios que deseen adherirse.

La Carta de Valores de Bilbao es un documento que recoge 17 valores, individuales y colectivos, “como seña de identidad a mantener, proteger y desarrollar en la Villa”. El valor principal, alrededor del que giran todos los demás, es el “respeto a los Derechos Humanos” y en torno a este se sitúan la justicia social, la igualdad entre hombres y mujeres, la solidaridad o la diversidad-inclusión, entre otros.