Bilbao - “¡Ama, que llega ya el desfile de Carnaval!”. Con ilusión un simpático espantapájaros aguardaba desde la acerca la llegada del paseíllo carnavalero. Variopintos personajes llenaron de color y mucha animación el bilbaino barrio de Deusto que celebró ayer domingo su fiesta de Carnaval. “Nos encanta el ambiente que se vive este día. La gente de Deusto es muy participativa”, destacó Maitane, disfrazada de bruja.

Mucha imaginación y ganas de pasarlo bien. Esas son las claves para disfrutar al máximo de una jornada carnavalera. Veinticuatro cuadrillas desfilaron a ritmo de la música por Avenida Madariaga y participaron con la mejor de las sonrisas en el concurso. “Lo importante no es ganar, sino disfrutar de la buena compañía”, aseguró Mónica Ruiz, disfrazada tigre. No fue el único animal que movió la colita con gracia por las calles del barrio.

Leones, monos, gatos y perros se entremezclaron con un sinfín de personajes que pusieron color a una mañana de invierno atípica. “El año pasado hacía un frío horroroso y mira este, un día como para ir a la playa. Parece que estamos en verano. No sabemos ni cómo acertar. Hoy con este traje me muero de calor”, destacaba María Luisa, disfrazada de pollo.

El colorido desfile estuvo adornado de princesas, payasos, sirenas, indios, pintores y de súper héroes que contribuyeron a animar el ambiente dominical en Deusto. “Hay veces que no tienes tantas ganas, pero depende de nosotros para que esto continúe. Es una fiesta preciosa que debemos seguir conservando”, apuntó Nuria, vestida de pájaro.

Padres y madres con sus pequeños, cuadrillas de poteo, amigos de la ikastola... Todas las combinaciones son posibles cuando el objetivo es participar. “Llevamos muchos años disfrazándonos en los carnavales de Deusto y cada año el ambiente es mejor”, comentaba con orgullo Iker Llorente, quien eligió un disfraz de indio. Jóvenes y monitores del centro Solas Etxe de Deusto también participaron en el desfile. En esta ocasión lo hicieron llevando un dragón gigante chino. “Lo bueno de esta fiesta es que todo el mundo tiene cabida. Lo importante es pasarlo bien y vivir la fiesta entre amigos”, comentó Josune Martín.

“Mejor miramos” María Luisa y Josefina no se animaron a disfrazarse, pero desde una de las aceras de la arteria por la que discurrió la fiesta contemplaron el desfile carnavalero. “Siempre me ha gustado disfrazarme, pero ahora con los achaques de la edad no me apetece tanto”, comentaba María Luisa. Sin embargo, aplaude las ganas que les ponen tanto los grandes como pequeños y que hacen posible que la fiesta siga existiendo cada año. “En Deusto siempre ha habido mucho ambiente, no solo en Carnaval sino en otras fiestas también. La gente es muy participativa y eso me gusta”, añadió.

A su amiga Josefina, en cambio, no le daba ninguna envidia lo de disfrazarse: “A mí no me ha gustado nunca. Cuando era joven la gente de la cuadrilla se disfrazaba, pero yo prefería quedarme en casa. Sí, soy una sosa, pero qué le vamos hacer”.

Lo mejor es que la fiesta de Carnaval no solo quedó en el desfile. Algunas de las cuadrillas ya tenían reservado un sitio para comer y alargar la jornada; otros se iban de poteo por los bares de Deusto y hubo quien aprovechando el buen tiempo se decantó por un picnic. “Los niños se lo van a pasar pipa”, dijo Naiara, vestida de Blanca Nieves.

Lo cierto es que el buen ambiente fue el protagonista a lo largo de la jornada y hubo quien ya confesó tener clara la idea para el año que viene. “Nosotros aprovechamos que estamos de poteo para lanzar ideas. Tanto es así que ya tenemos claro de qué nos vamos a disfrazar el próximo año”, explicó el grupo de amigos que eligieron el circo para el desfile de este año.