Zeanuri - Los habitantes del valle de Arratia saben cuidar las costumbres. El domingo de Pascua el valle revivirá una de esas celebraciones que va más allá de lo religioso de un día tan especial, de hecho, se cree que tiene un origen pagano. Esta tradición que pervive en algunos pueblos de Bizkaia, y muy especialmente en Gorbeialdea o Arratia, consiste en que los padrinos y madrinas regalan a sus ahijados y ahijadas un panecillo con uno o varios huevos incrustados en la masa. Se trata de la morrokota.

Este regalo, la torta pascual a base de pan y los huevos dentro de este pero a la vista, “se denomina de diferente manera según la comarca en la que se elabora y en la que ha perdurado la tradición: mokotsa, morrokota, olatea, kornite, pazkopile, etc.”, explica el historiador zeanuriztarra Jon Urutxurtu.

La de este sabroso pan es una costumbre pascual que en otros tiempos estuvo muy extendida por diferentes zonas de Euskal Herria. Según explica Urutxurtu, “aún pervive en algunas localidades de Bizkaia y en especial en la zona de Gorbeialdea”. El regalo de la torta de pan no se hace de padres y madres a sus hijos, sino por parte de los padrinos y madrinas a sus ahijados, siendo esta una de las particularidades.

En cuanto a los panes que se suelen preparar para esa celebración, Urutxurtu explica que “este panecillo es presentado de diferentes formas , tanto circular como triangular y recibe diversas denominaciones”. Entre otras, mokotsa o morrokota en la zona del valle de Arratia, olatea en Orozko, pazkopile en Busturia, cornite en Santurtzi, etc.”.

Se cree que esta tradición tiene origen pagano. “Desde los comienzos de la humanidad, el huevo fue sinónimo de nacimiento, fertilidad y resurrección. Estos panecillos con los huevos de Pascua fueron luego símbolo de Cristo resucitado”. En esta asimilación al cristianismo la costumbre de obsequiar la morrokota o mokotsa “puede rememorar el bautismo y expresa una relación entre el padrino y la madrina y el ahijado”, cuenta el historiador.

Esta curiosa tradición guarda también una estrecha relación con el pan, con ese alimento tan importante que ha sido clave en muchos momentos difíciles, sobre todo en los caseríos. En este sentido, la vigencia de hacer este regalo “ha ido pareja a la fabricación del pan casero, ya que las morrokotas o mokotsas se elaboraban aprovechando la hornada semanal que se realizaba en los caseríos, concretamente el Sábado Santo, víspera del Domingo de Resurrección”, concreta.

En las panaderías Este domingo de Pascua se podran adquirir estas tortas o panes pascuales en algunas panaderías de los municipios de Arratia. Y es que a pesar de que actualmente la realización de la hornada semanal ha desaparecido de los caseríos, todos aquellos padrinos y madrinas que quieran obsequiar con la morrokota a sus ahijados, podrán hacerlo este 21 de abril como en años anteriores gracias a la colaboración de las panaderías que también participan de esta tradición horneando estos ricos panes. - I. Ugarte