La ciudad de Orduña se estrenó este jueves como anfitriona de la primera gala de los XVIII Laboral Kutxa Hemendik Sariak. El histórico edificio de La Aduana, reconvertido en el Hotel Balneario Orduña Plaza, fue el escenario perfecto para reconocer la trayectoria de los ocho galardonados de esta edición de la Comarca Nerbioi-Ibaizabal. El acto, conducido por el periodista Alain Salterain, comenzó con la intervención del Director de DEIA, Iñaki González. Sus primeras palabras fueron para poner en valor a todos los premiados, “gente sabia y con inteligencia emocional para saber que hay que crear entorno, y savia porque sois los que regáis día a día vuestros municipios”.

A continuación, el alcalde de Orduña, Iker Santocildes, tomó la palabra “para dar la bienvenida a los galardonados y felicitarles por “vuestro compromiso, talento y solidaridad”. Además, tuvo una mención especial a los tres premiados de la ciudad de Orduña, sobre todo a la figura de Xabier Eguiluz “que, a sus 90 años, es un símbolo de entrega”. Y también recordó a su mujer, Ana Mari Barañano, fallecida hace un año y primera alcaldesa de la ciudad en 1983 que destacó por su “cercanía, generosidad y entrega a la ciudad”, afirmó.

La ciudad de Orduña estuvo muy bien representada en los premios por Xabier Eguiluz, la asociación Loraldi y Comercio Pikaza

A partir de ese momento, los focos y las miradas se centraron en los verdaderos protagonistas de la velada: los premiados. Y una gran muestra de cariño, respeto y admiración, en forma de calurosos aplausos, recibió Xabier Eguiluz, alcalde de Orduña en la legislatura 1999-2003. “He trabajado siempre con mucha ilusión y ganas”, declaró, pero tiene la pena de ver una “sociedad desorientada, sobre todo a la juventud”. A pesar de ello, y con su optimismo vital, animó a todos a “luchar, aprender, fracasar, tropezar, levantarse...”, porque entiende que “todavía hay tiempo de hacer una sociedad bonita”. Con mucha energía y vitalidad pisaron después el escenario Aurora Durana, Luisi Pineda, Encarni Cano y Eva Isasi en nombre de las integrantes de la asociación de mujeres Loraldi, también de Orduña, y que aseguraron tener “un montón de proyectos” para el nuevo curso, entre ellos “un intercambio cultural con Castro Urdiales que estamos preparando con ayuda de Iñigo Arrizabalaga”, anunciaron.

También recibieron galardón Bodega Berez Galanta, Ana Guinea, Arratia CD, Olgetan Euskal Pilota y el club de baloncesto BSK Basauri

Cercanía y ambiente muy familiar es lo que desprendió la gala de ayer en Orduña. Y eso es, también lo que caracteriza al comercio de proximidad. El sector estuvo representado por Comercio Pikaza y por dos de sus tres generaciones al frente del negocio: Ainhoa Pikaza, tras el mostrador desde 1996 y su ama, Mari Carmen Díaz de Lezana, que cogió las riendas en 1965. Por entonces, “era un taller de bicis que también hacía de tienda”, recordó Mari Carmen. Su hija tomó el relevo y sigue “con mucha ilusión porque me gusta mucho el trato con la gente” aunque teme que “en 15 años el comercio local desaparezca”. Otra familia, la Urrutikoetxea García, lleva desde 2029 produciendo txakoli crianza en la Bodega Belez Galanta que, entre otras muchas ferias, “estará presente en la de Santo Tomás para tomar con un talo”, anunció Silvia Lago a todos los asistentes al acto.

Los valores del deporte

Los valores del deporte fueron reconocidos en la figura de tres clubes. Por un lado, el CD Arratia con más de 450 integrantes en las categorías masculina y femenina y que, en esta temporada, tiene sus mayores expectativas puestas en “el juvenil masculino y en el primer equipo femenino”. Por su parte, Olgetan Euskal Pilota, de Orozko, aprovechó el reconocimiento para recordar a quienes, hace dos décadas, plantaron la semilla de la entidad “porque los inicios siempre son duros” y también destacar “el trabajo y la labor de todos los que han pasado por el club”. Y el BSK Basauri cerró la gala reclamando “más apoyo de instituciones y patrocinadores” para que entidades “como la nuestra que trabaja por el baloncesto podamos seguir adelante con ilusión, que es nuestro gran motor”

Pero, antes de la clausura fue el momento de Ana Guinea. Técnica de Cultura de Ugao-Miraballes desde 1989, cierra en pocos días su etapa profesional para disfrutar de una merecida jubilación. “Me siento privilegiada por recibir tantos reconocimientos”, declaró emocionada antes de invitar a todos a su último proyecto: “La primera Gastrougao que se celebra el 4 de octubre”.