Dos décadas después del inicio de su tramitación, en 2001, Barrika ha dado luz verde de forma definitiva su nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Un documento que fue aprobado de manera inicial hace cuatro años y que determinará el futuro urbanístico del pueblo en los próximos ejercicios. Un desarrollo urbanístico que contempla 425 viviendas, de las cuales 130 viviendas serán de protección pública. En concreto, las actuaciones previstas se circunscriben a reordenaciones del suelo urbano, actualmente ocupado, mediante actuaciones aisladas o integradas en los núcleos de Goierri y Elexalde, donde se remite uno de los ámbitos a plan especial en el entorno del edificio consistorial y a reordenaciones del suelo urbanizable, actualmente calificado como residencial, mediante tres sectores residenciales en Goierri y un sector residencial en Elexalde (Lepola).

En este sentido, la aprobación del nuevo PGOU permite actualizar las normas urbanísticas vigentes desde 1991. Un proceso que se ha ido dilatando en el tiempo “por las innumerables afecciones sectoriales y ambientales del municipio”, apuntan desde el Consistorio, además de la atención a las sugerencias y alegaciones de la ciudadanía en los periodos de información pública. Un documento que contempla “una ordenación respetuosa”, apuntan, con el entorno de gran valor ambiental. Para ello, el nuevo plan mantiene la ocupación de suelos de los desarrollos propuestos en las anteriores normas subsidiarias, mediante su reordenación, “sin colonizar nuevas superficies vírgenes”, aseguran. Por último, reflejan que el número de viviendas generará “un aumento de la población residente” que derivará a su vez “en una mejora de las dotaciones supramunicipales”, sobre todo, en la movilidad interurbana.