“Fue un sueño cultural que se ha mantenido vivo 25 años”. El suspiro emocionado del alcalde de Leioa, Iban Rodríguez, en la mañana de ayer -antes de que se desatara la locura insospechada del colapso- evocaba a Umore Azoka, la querida y mimada feria de artistas de la calle que, en efecto, entre los días 15 y 18 de mayo celebrará un cuarto de siglo de existencia trazada con risas, interpretación, piruetas, malabares, acordes, sombreros, guitarras, pajaritas... “Esta feria ha servido para cambiar la percepción del público hacia las artes de la calle, ha invitado a abrir los ojos”, aseguró la diputada de Euskera, Cultura y Deportes, Leixuri Arrizabalaga.
Con ese tremendo legado, sumado a su papel como “referente de desarrollo cultural”, tal y como apuntó el viceconsejero del Gobierno vasco en este departamento, Andoni Iturbe, este evento, sin fecha de caducidad -para seguir alimentando el sueño- vivirá un cumpleaños con regalos. Los soportales de Kultur Leioa albergarán una exposición fotográfica que repasará instantes de estos 25 años, y durante las noches habrá espectáculos especiales de luz y pirotecnia. Además, el viernes y el sábado, también cuando se apague el sol, se organizarán verbenas. Todo ello, como sazonador festivo a las actuaciones, el alma palpitante de la Umore. Habrá más de un centenar, protagonizados por 50 compañías y desplegados por 28 espacios, cuatro más que el año pasado: se recuperan la plaza San Juan Bautista y Euskal Etxeen plaza y se incorporan el bulevar de Udondo y la plaza Roja. “Hace ya un cuarto de siglo que Leioa apostó por la calle, por acercar la cultura a la ciudadanía en su entorno más cotidiano y por convertir el espacio público en punto de encuentro, expresión y disfrute colectivo”, destacó el primer edil atrapando el espíritu de esta cita mayúscula. “Umore Azoka complementa a la perfección el apoyo al sector con el disfrute del público y la promoción cultural, un reto que no es nada fácil”, reconoció Arrizabalaga. Algo similar expresó Iturbe: “Hay que fomentar el talento, y para que eso ocurra hace falta un sistema cultural sólido y Umore Azoka es un ejemplo con el Gobierno vasco, la Diputación, el Ayuntamiento y también con Artekale y Dantzerti. Pero esto no tendría sentido si no conectamos con el público”, subrayó el viceconsejero. En este sentido, alumnos de la escuela superior de artes escénicas acudieron a la presentación de esta feria, ya que, de la mano de la compañía Hortzmuga, están preparando una función para la calle leioaztarra. Hicieron algo más, de hecho, ya que llevaron la tarta de cumple con sus velas y todo (gracias, estaba muy rica) y la directora de la feria, Zuriñe Cuesta, se encargó de soplarlas. También estaba presente Santi Ugalde, de Trapu Zaharra, compañía más veterana que la Umore Azoka, puesto que es cuarentona, pero que está de despedida... De ahí que vaya a representar la obra La última y nos vamos... “Umore Azoka siempre ha sido para nosotros un pequeño laboratorio, una toma de contacto, para probar nuevos espectáculos porque es el evento más importante de Euskal Herria en teatro de calle”, valoró Ugalde.
Otros de los montajes que se podrán ver son Revolución, un trabajo que aboga por la accesibilidad y la inclusión y en el que participa una artista en silla de ruedas. La función Visitans, por su parte, se basa en la tradición mascletá valenciana. Por otro lado, se estrenará la versión callejera de Atxine, de Janire Etxabe, que explorará las nuevas posibilidades de la danza suspendida. La feria leioaztarra también será un espacio de reflexión y compromiso social, con Eirene, una carpa bajo el cielo, y J. M. Brutal: el heladero que paró una guerra. Ambas apelarán a la paz y la resistencia a la guerra. Asimismo, el espectáculo Xprecto pondrá el foco en el autismo, a través de una fusión de circo y música.