Síguenos en redes sociales:

EntrevistaArantza AtutxaDiputada de Medio Natural y Agricultura de la Diputación foral de Bizkaia

"Innovar en gestión de residuos es clave para alinear ciudadanía, empresas y administración"

El pasado mes de noviembre, abría sus puertas el Waste Lab Bizkaia, ubicado en pleno corazón del Parque Tecnológico de Zamudio-Derio

"Innovar en gestión de residuos es clave para alinear ciudadanía, empresas y administración"Foto: Garbiker

El pasado mes de noviembre, abría sus puertas el Waste Lab Bizkaia, ubicado en pleno corazón del Parque Tecnológico de Zamudio-Derio. La puesta de largo de este centro mostraba el espíritu del que le pretende dotar la Diputación foral de Bizkaia; ofrecer al sector de los residuos, las administraciones competentes y la ciudadanía un espacio adecuado para la reflexión, el diseño y ejecución de proyectos compartidos, todos ellos de base innovadora. 

¿Cómo nace el Waste Lab?

En un contexto normativo europeo cada vez más exigente en materia de gestión de residuos urbanos, Bizkaia ha querido marcarse metas todavía más ambiciosas de aquí a 2030. Así lo atestigua el Plan de Prevención y Gestión de Residuos de Competencia Local 2030 aprobado por la Juntas Generales. Partiendo de lo que ya nos exige Europa, el objetivo es mejorar los distintos indicadores fijados para ese horizonte temporal

¿Qué objetivos se ha marcado Bizkaia para ello?

En términos generales, el objetivo a alcanzar para el 2030 es reducir el porcentaje de residuo que acaba en vertedero al 2,5%. Hay otros objetivos intermedios o relativos a fracciones de residuo concretos que incluyen aumentar la reutilización y reciclaje, incrementar la recogida y tratamiento del orgánico o de los envases. En definitiva, Bizkaia aspira a depositar en vertedero únicamente aquel residuo que no ha tenido posibilidades de reciclaje, como pueden ser las recogidas viarias o los rechazos de plantas de tratamiento que hoy en día no es posible valorizar. 

Otro buen ejemplo de lo que aspira el territorio se encuentra en la tasa de preparación para la reutilización y reciclaje, que Europa fija en un 60% y Bizkaia establece en el 76,61%. Significa esto que del total de los residuos que generamos en el hogar y en los comercios, 3 cuartas partes habrán podido ser reutilizadas o recicladas, y el restante habrá encontrado destino en la valorización energética, exceptuando el 2,5% que irá a vertedero.

¿De qué manera se va a lograr?

En el propio Plan se recogen diferentes medidas y actuaciones que hay que poner en marcha. Pero más allá de promover nuevas infraestructuras, lanzar campañas de sensibilización o apoyar con programas de ayudas a la iniciativa municipal, se detectan 2 ámbitos esenciales; la denominada inteligencia del residuo y el desarrollo de iniciativas colaborativas entre los diferentes agentes.

Por una parte, es necesario disponer de información real en tiempo real. Una información, tanto cualitativa como cuantitativa, que permita generar modelos predictivos que asistan en las tomas de decisiones. Y, para ello, es necesario, detectar y tratar de unificar las fuentes de los datos o, al menos, disponer de la mayor información posible. Son muchas las iniciativas existentes y es hora de sacar rédito de todas ellas.

Sin embargo, por otra parte, la administración es consciente de que no puede hacer el camino sola. La colaboración en el ámbito de la empresa a través del diseño y circularidad de los productos que generen menor residuo y los pequeños hábitos de consumo y clasificación en origen por parte de la ciudadanía son claves para alcanzar los objetivos marcados. Los centros tecnológicos y académicos, a su vez, pueden ayudar en la búsqueda de materiales, procesos o sistemas que acompañen a todos los agentes implicados en esa circularidad. Esa optimización y búsqueda de soluciones más sostenibles brinda, además, una oportunidad de generar actividad económica. 

¿Han contado con apoyos?

Se establecieron unos primeros contactos con Aclima, Basque Environmental Clúster - como representante del sector -, así como con Eide Euskal Diseinua, asociación con experiencia previa en la tracción de las industrias creativas, que se entendía que eran igualmente importantes en esta aventura. Una vez que contrastamos las expectativas y el interés de ambas organizaciones y sus integrantes, nos lanzamos al diseño de un espacio que pudiera albergar las palancas que apoyaran nuestra hoja de ruta para el 2030.

¿Quiénes tienen cabida en el Waste Lab?

El análisis previo determina 5 grupos de interés, a los que se ofrece una propuesta de valor diferenciada de acuerdo con sus necesidades. En lo que se refiera a las empresas del sector, tanto generadoras o gestoras de residuos, tienen cabida en Waste Lab Bizkaia. Para estas compañías ya conocedoras del sector, se pretende identificar nuevas oportunidades de negocio, así como promover proyectos conjuntos para dar solución a retos concretos que les aporten un mayor grado de competitividad. 

Por otro lado, y acompañando a estas empresas u otras que sin ser del sector quieren introducirse en la circularidad y la reducción del residuo, entrarían las empresas y profesionales de las industrias creativas como la arquitectura, moda, diseño industrial, interiorismo o artesanía, etc. Todas ellas pueden aportar soluciones innovadoras en productos, materiales, sistemas o soluciones creativas que añadan valor en términos medioambientales. 

¿Las instituciones públicas también tienen su hueco?

Sí, sobre todo a las que tienen competencia en la materia. Se les ofrece servicios como el asesoramiento en la aplicación de los diferentes requerimientos normativos, capacitación y sensibilización para su personal técnico, así como la oportunidad de intercambiar experiencias y la posibilidad de aplicar buenas prácticas en los distintos municipios que gestionan residuos urbanos.

"Bizkaia se ha fijado unas metas ambiciosas para 2030 que incluyen establecer una tasa de vertido del 2,5% y aumentar la tasa de preparación para la reutilización y reciclaje a un 76,61%"

¿Cuál es el impacto de la I+D+i en el sector?

Tienen especial foco de atención los equipos de investigación provenientes de universidades, centros tecnológicos, o unidades de I+D+i de las propias empresas del sector. Por ello, cuentan con un espacio de colaboración para residencia de proyectos específicos o colaborativos, donde generar el intercambio de información y compartir el conocimiento. En este mismo espacio también tendrán cabida estancias de estudiantes. Se trata de incorporar una formación práctica de casos reales de mercado a sus conocimientos teóricos en base a los retos de empresas del sector.

Y finalmente, la ciudadanía, a través de grupos organizados del ámbito educativo o de entidades socioculturales y vecinales o incluso a título individual a través de actividades abiertas. Se trata de ahondar en la sensibilización en la economía circular, completando la labor que ya se realiza en el Ecoparque de Artigas, más relacionada con los residuos.

¿Qué actividades se desarrollan en el centro?

Por un lado, la sensibilización ciudadana ocupa un rol central en el día a día. A través de visitas guiadas de duración aproximada de entre 2 y 3 horas, se inculcan nociones acerca de los residuos y la economía circular, en torno al presente y futuro de los mismos. En un primer espacio denominado ‘CALLE’, se interactúa con las personas encargadas de la educación ambiental, pudiendo conocer procesos de tratamiento de residuos, ver in situ distintos productos generados a partir de residuos o acceder a una amplia relación de materiales sostenibles.

¿Las y los estudiantes tienen también su espacio?

En el espacio denominado ‘BARRIO’ se producen residencias de estudiantes, normalmente en el último año de estudios, y proyectos de investigación. Actualmente, están en período de prácticas o ya han pasado por el Waste Lab alumnado del centro de FP Tartanga y del Grado de Ciencias Ambientales de la UPV-EHU. Adicionalmente, han empezado a andar los primeros proyectos. 

El Digital Corner, con la finalidad de ofrecer al sector la posibilidad de desarrollo de interactuar con gemelos digitales de las instalaciones o plantas de tratamiento, o el Waste Data Lab, que generará un mapa global de flujos de residuos para posibilitar su entrada en su cadena de valor de gestión y valorización, son sólo el inicio de lo que se pretende albergar en este centro. Iniciativas en materia de prevención, vigilancia tecnológica, pero, sobre todo, retos de las empresas o de las entidades locales, serán los ámbitos sobre los que giren los proyectos.

Mencionaba antes la importancia de la ciudadanía; ¿interactúan con ella en el Waste Lab?

Sí. Como intersección entre estos 2 espacios que comentaba se encuentra la ‘PLAZA’, el punto de encuentro entre el sector y la ciudadanía, donde se llevan a cabo distintas dinámicas, como actividades formativas y encuentros de reflexión con el lanzamiento de retos de innovación. En estos primeros meses de vida, se ha lanzado el programa formativo Campus Waste Lab Bizkaia 2025, dirigido a profesionales técnicos de pymes de Bizkaia, que recibirán capacitación sobre Planes de Prevención y Gestión de Residuos, aplicables en sus propias empresas. Se está planificando una edición similar dirigida a personal técnico de los ayuntamientos. Se han desarrollado, igualmente, distintas jornadas demostrativas de proyectos de empresa y centros tecnológicos con colectivos de carácter profesional, quedando pendiente trasladarlas a un formato adecuado de jornada con la ciudadanía.

El papel de las entidades locales

Sin dejar de lado el papel fundamental de la ciudadanía, la Diputación foral de Bizkaia tiene claro que los objetivos de gestión de residuos no se conseguirán si no es de la mano de las entidades locales. En el ámbito competencial, cada municipio o mancomunidad se ocupa de la gestión de los residuos de cada municipio y la Institución foral les ofrece el marco general y la asistencia en el tratamiento de esos residuos principalmente. Por ello, quiere compartir con ellas todas las herramientas que tiene a su alcance, entre las que se encuentran el programa de ayudas que con carácter anual convoca el departamento de Medio Natural y Agricultura. 

En este sentido, el Waste Lab Bizkaia pretende dar un paso más. Es necesario crear un servicio de asesoramiento técnico en aspectos relacionados con licitaciones, diagnósticos de situación o referencias técnicas de distintas tecnologías o aplicaciones digitales, sobre todo para aquellos municipios que tienen menos recursos.

Igualmente, es importante disponer de un lugar que trate de unificar y canalizar los retos de innovación que den respuesta a las problemáticas del día a día como vehículo para la consecución de los objetivos. Por ello, un primer paso es poder compartir las experiencias de éxito de algunos de estos municipios, porque lo que es bueno para un municipio puede serlo para el resto. El pasado marzo, se daba un primer paso con el encuentro de las entidades locales con el fin de presentar objetivos y requerimientos legales. También se trató de recoger la situación de cada una de ellas, sus avances y necesidades, así como su labor en actual análisis. Los siguientes movimientos irán encaminados a apoyarles en esas áreas de mejora detectadas en este estudio.