Cada vez que llueve con insistencia, los vecinos y vecinas de Bakio miran al río Estepona con preocupación. El núcleo urbano se encuentra en una zona con riesgo importante de inundación y por eso, “cuando llueve mucho, el caudal del río Estepona alcanza, a veces, el nivel de la carretera”, apuntó ayer el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, Mikel Jauregi, con motivo de la presentación del proyecto ambiental que llevarán a cabo en la zona de Bakea y Solozarre. El Ejecutivo vasco realizará una inversión de 2,9 millones de euros para minimizar el riesgo de inundaciones “casi en un 90%” a través de un plan de intervención que consistirá en la creación de una marisma interior y un bosque inundable con el objetivo de “mejorar la resiliencia climática”, según explicó Jauregi durante su visita a la zona junto a la alcaldesa de Bakio, Amets Jauregizar.
Esta intervención, fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Bakio y las entidades públicas del Gobierno Vasco Ihobe y URA-Agencia Vasca del Agua está enmarcada en el proyecto europeo de acción climática LIFE IP Urban Klima 2050. Tendrá un plazo de ejecución aproximado de diez meses y se empezará a ejecutar a finales de año en dos fases. La primera incluye la mejora hidráulica y ambiental de la zona, y en la segunda se desarrollará un proyecto de integración paisajística para la creación de un parque de uso público. Durante la visita, el consejero Jauregi, que estuvo acompañado también por el viceconsejero de Medio Ambiente, Josu Bilbao, y el director de Patrimonio Natural y Cambio Climático del Gobierno vasco, Adolfo Uriarte, así como por los directores generales de Ihobe y URA, Alexander Boto y Asier López, subrayó que estas intervenciones representan una inversión estratégica para el futuro de Euskadi. “No actuar frente al cambio climático cuesta más que invertir en soluciones para adaptarnos a sus impactos. Con esta intervención en Bakio reducimos el riesgo de inundaciones, preservamos el ecosistema fluvial y también mejoramos la calidad de vida de la ciudadanía”, señaló.
En concreto, según cálculos realizados por URA-Agencia Vasca del Agua, se estima que la superficie de inundación con un periodo de retorno de 100 años en Bakea y Solozarre se reduzca en seis hectáreas. Asimismo, el impacto económico también será significativo, puesto que se espera que los costes asociados a los daños causados por inundaciones pasen de 0,27 millones de euros anuales a solo 0,03 millones, lo que supone una reducción de casi el 90%. “No solo estamos protegiendo el presente, sino asegurando el futuro de Bakio. Cada euro invertido en adaptación al cambio climático evita pérdidas económicas y fortalece la resiliencia de nuestro territorio”, destacó Jauregi.
Por su parte, la alcaldesa de Bakio, Amets Jauregizar, manifestó que en los próximos años realizarán “numerosos trabajos para adaptar el territorio” al cambio climático. “El objetivo es proteger y reforzar los valores del entorno en el que vivimos”, agregó.
Actuaciones previstas
Para abordar el problema de las inundaciones y el cambio climático se ha diseñado un plan de intervención que contempla la creación de una marisma interior en la zona de Bakea con influencia mareal, y se amplía aguas arriba con un bosque inundable en los parques interiores de Bakea y Solozarre. Estas actuaciones permitirán la recuperación de los procesos físicos y biológicos del río, dotándolo de mayor espacio para su cauce natural y reduciendo los efectos de las crecidas aguas abajo. En una primera fase se incluirá la mejora de las condiciones de inundabilidad y de la calidad ambiental de la zona, con la recuperación de los márgenes fluviales y la excavación bajo el puente de Santa Catalina, ampliando así el cauce. Además, durante esta fase se proponen medidas especiales para preservar y favorecer la presencia de avifauna en la zona, como anfibios, reptiles, aves y visón europeo. También se incluirá vegetación autóctona y se erradicará la flora exótica e invasora presente en esta área. De esta manera se recuperará un espacio natural, posibilitando el desarrollo del ecosistema de ribera. En una segunda fase, el proyecto incorpora una intervención paisajística con la creación de un parque para uso público, que permitirá a la ciudadanía de Bakio disfrutar de un entorno renovado y más accesible. La transformación del área se ha diseñado teniendo en cuenta las aportaciones recogidas en los talleres de participación ciudadana para que “responda a las necesidades y expectativas del municipio”. Entre los elementos clave de este nuevo paisaje destaca la creación de pequeñas elevaciones con vegetación de ribera, que aportarán sombras naturales y zonas de descanso. Junto a las pistas de atletismo, se habilitará un mirador con gradas verdes y un área recreativa con toboganes. Para mejorar la conectividad se prevé la instalación de dos pasarelas peatonales, una en la zona de Bakea y otra en Solozarre, facilitando el acceso a ambas márgenes del río. Además, el parque contará con nuevas zonas estanciales y un área de juegos infantiles en la margen derecha del Estepona, consolidando este espacio como un punto de encuentro para la ciudadanía.
El apunte
Inundaciones. Se estima que se reduzca el riesgo casi un 90%.
Presupuesto. El proyecto de adaptación climática en el río Estepona en Bakio supone una inversión de 2,9 millones de euros con un plazo de ejecución aproximado de 10 meses.
Fases. Las intervenciones se ejecutarán en dos fases: la primera incluirá la mejora hidráulica y ambiental de la zona, y en la segunda se desarrollará un proyecto de integración paisajística para la creación de un parque de uso público.