Ekologistak Martxan alerta de los daños a un nido de cigüeña en Gorliz
La colocación de un andamio en el edificio de Telefónica “en plena época reproductiva” supone “un grave riesgo”
Ekologistak Martxan exige la paralización inmediata de unas obras que amenazan un nido de cigüeña en Gorliz. Una pareja de aves se encuentra actualmente en periodo de incubación en Andra Mari Bidea, en la antena del edificio de Telefónica. A pesar de ello, estos días se están instalando andamios en ese mismo inmueble que alcanzan una altura de tres metros por encima de la fachada.
“Esta actuación está generando una situación de estrés muy elevado en las cigüeñas, que podrían llegar a abandonar la puesta si se continúa con los trabajos. Es un grave riesgo. En plena temporada reproductiva, cualquier alteración significativa del entorno del nido puede tener consecuencias catastróficas sobre la viabilidad de la nidada y el éxito reproductor de la pareja”, explica un portavoz de este colectivo. Es por ello que desde Ekologistak Martxan reclaman suspender estas obras, “al menos hasta que los polluelos hayan nacido y alcanzado un tamaño que minimice el riesgo de abandono”. Asimismo, la organización para la conservación del medioambiente solicita “la intervención urgente de la Diputación, como administración competente en materia de fauna silvestre, y de la Ertzaintza, a fin de garantizar que no se infrinja la normativa de protección de especies y sus hábitats”.
Esta asociación denuncia la falta de control y vigilancia ambiental en intervenciones urbanas que afectan a especies protegidas. “Nos alarma la desidia con la que se autorizan o permiten este tipo de actuaciones en momentos y lugares especialmente sensibles para la fauna silvestre”, apuntan desde Ekologistak Martxan. “Si en un caso tan visible como éste, en pleno casco urbano y con un nido fácilmente localizable, no se toman medidas preventivas, ¿qué no estará ocurriendo en zonas menos visibles o con especies más discretas?”, se preguntan. “Este caso no puede quedar sin respuesta. La conservación de la biodiversidad no puede depender del azar ni de las denuncias vecinales, sino de políticas públicas activas, responsables y comprometidas”, concluyen.