Gudari, exiliado, preso en un campo de concentración… Pero también jovial, observador, amable, querido, único, inteligente y nacionalista. El dolor, las separaciones, el miedo y otros sinsabores de la guerra atravesaron la vida de Joaquín Portillo García (1908-1993), que vertebra el libro escrito por sus convecinos de Karrantza Jon Ortiz Domínguez y Rafa Arriola San Sebastián, quienes le describen enumerando así las iniciales de su nombre. Presentado en noviembre y con la edición de la empresa Novélame –responsable también de las publicaciones de memoria histórica municipales de Galdames–, el Ayuntamiento sacará a la calle 200 ejemplares más desde el lunes 3 de febrero tras haberse agotado la primera tirada. Cada uno de ellos costará cinco euros. Además, también llegará al centro de día EtxeTIC de Enkarterri, ubicado en Zalla.
Durante la pandemia, Rafa Arriola intensificó sus pesquisas sobre preguerra, la contienda y la posguerra en Karrantza. A raíz de difundir en redes la historia de Tontxu Olazabal, fallecido en 1938 en el frente de Teruel a los 20 años, cuyos restos se buscaron sin éxito en una serie de catas en el cementerio de Linares de Mora en el otoño de 2023, contactó con él Jon Ortiz.
Por su parte, A Jon le atraían las genealogías antes de enterarse de que su abuelo estuvo en la guerra. Le impactó “porque en mi casa nunca se había hablado de ello” y poco después se enteró de que la prematura muerte de un hermano a los 15 años le marcó profundamente. En cuanto se puso manos a la obra “no podía parar porque la investigación engancha, se parece a un árbol que se va dividiendo en ramas”.
Ambos se conocían de vista, de saludarse en el valle, ignorando hasta ese momento que compartían inquietudes sobre la memoria histórica. Su primera colaboración se tradujo en la elaboración de textos para los códigos QR que señalizan enclaves de Karrantza relacionados con la memoria histórica.
En cuanto empezaron a tirar del hilo de la vida de Joaquín Portillo García, supieron que debían desenredar la madeja al completo y, para ello, contaron con la ayuda de su hija, además de los fondos documentales. Cuando se produjo el golpe militar, enseguida se presentó en Güeñes en el cuartel del batallón Abellaneda establecido en el actual parque de Arenatzarte al que tantas veces acudiría en el Gudari Eguna que se sigue conmemorando. Partió al exilio en Iparralde e ingresó en la Residencia de Mutilados de Guerra de Euzkadi de Ilbarritz en Bidart. El 26 de agosto de 1939 causó baja. Acechaba la Segunda Guerra Mundial y decidió retornar a Karrantza. Sin embargo, interceptado en la frontera, “fue enviado a un campo de concentración en San Pedro de Cardeña”, describe Jon Ortiz, donde permaneció “poco tiempo” hasta que por fin pudo abrazar a su familia tres años después del estallido de la guerra, que le costó la amputación de la mano izquierda.
Guerra Civil
Gudari desde el comienzo. El subtítulo de la publicación alude a la vida de Joaquín Portillo García (1908-1993) que sirve de eje vertebrador a Jon Ortiz y Rafa Arriola para relatar la Guerra Civil en Karrantza a través de testimonios vecinales y documentación.
Ejemplares
200
Desde el 3 de febrero, lunes, 200 ejemplares más del libro se podrán adquirir en el ayuntamiento de Karrantza por cinco euros cada uno. Se repartirán por orden de llegada.