OBRAS en la iglesia de Ahedo en 2002 sacaron a la luz que “su estela de más de 800 años de antigüedad tenía otras dos caras que habían permanecido ocultas hasta ese momento”, apuntó ayer Ana Orcasitas al dar inicio a los XVII premios Karrantza Naturala. Cuando la asociación homónima entregó los primeros galardones con ese mismo nombre, escogió obsequiar a vecinos, vecinas y asociaciones distinguidas con réplicas de este emblema del patrimonio. Y es que, desde ese prisma, el arte reside en la calidad humana que teje redes en torno al mundo rural, la creatividad, la enseñanza y otros valores arraigados en el valle, personificados en 2025 en Mutur Beltz y Antonio Martínez.
Del amor entre Joseba Edesa y Laurita Siles nació hace diez años su ilusión por reivindicar el pastoreo, la oveja carranzana y su lana fusionándola con la creación artística en un proyecto que en los últimos meses ha obtenido el Premio Nacional de Artesanía en la categoría de Emprendimiento y otros tres reconocimientos. “Por defender la oveja hemos provocado incluso risas, hemos llorado por el camino, pero hemos superado los obstáculos”, rememoró Joseba al dar las gracias “a quienes luchan cada día levantándose pronto para ordeñar”, a sus convecinos por la implicación y a los artistas que se han inspirado en Karrantza para sus trabajos en las Residencias Artísticas del Buen Vivir en convivencia con pastores y otros agentes ligados al sector primario local. “Todos sabéis que no es fácil vivir en el campo, pero se agradece que las cosas lleguen fruto de la fuerza por continuar trabajando por el valle y ponerlo en el lugar que se merece”, afirmó Laurita sin poder contener las lágrimas. Acompañados por su hija, ambos vestían ropa de la línea de Mutur Beltz confeccionada con lana de oveja autóctona.
Edurne González, artista, docente e investigadora, vicedecana de Extensión Cultural y profesora del Departamento de Escultura y Arte y Tecnología en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco, así como integrante del grupo de investigación Akmeka Arte, Media y Cultura ha seguido de cerca la evolución de Mutur Beltz y lo que ha supuesto de revulsivo para el universo rural “construyendo familia, tejiendo redes desde el arte y estableciendo relaciones que trascienden”, resumió.
Otro de los incondicionales de Joseba y Laurita es Luis Manuel Peña –se dedica a la etnografía dentro de los grupos Etniker Euskal Herria creados por Barandiaran– que mantiene ovejas en su caserío y que ha ejercido como jurado en la selección de las propuestas para las convivencias artísticas de Mutur Beltz en Karrantza y también se ha convertido en una valiosa fuente de información para sus participantes. En una certera radiografía de la situación del campo, puso en valor cómo Mutur Beltz defiende un “enfoque comunitario” frente al individualismo predominante con un modo de actuar que “invita a la reflexión y apuesta por la diversidad y la complejidad de los agrosistemas: tratan la lana como un material noble y no como un residuo”.
Como superman
“Compartir este premio con Toño es increíble”, dijo Joseba Edesa al bajar del escenario. Durante 36 años Antonio Martínez ha visto crecer a generaciones de carranzanos y carranzanas en el Colegio Público Kontxa HLHI. Amable, respetuoso, discreto, les ha transmitido que todos son importantes, como trasladaron un conmovedor mensaje de Irene Ruiz en representación de los escolares y las palabras de Pilar Gómez –profesora con la que comparte su afición mendizale en Karrantza Harana Mendi Taldea–, Esther Sainz e Izaskun Mendizabal, ama de exestudiantes, auxiliar de alumnado de 2 años y sustituta de Toño durante unas semanas. “Como un Superman poseedor de un kit de supervivencia”, ha acompañado a escolares al ambulatorio, rescatado infinitos balones del río, capturado “arañas en clase, pájaros en el patio cubierto y hasta una víbora”. “Gracias al Ayuntamiento, andereños, maisus, personal de limpieza, familias, alumnado...”, trasladó Toño antes de relatar un reguero de anécdotas en la recta final de un entrañable acto que se cerró con el público cantando unos bertsos compuestos expresamente a modo de homenaje y con la actuación de la Coral Pozalagua, habitual en los premios Karrantza Naturala.