A partir de este invierno, será una imagen habitual ver las playas de Bizkaia llenas de ramas, troncos o algas que suelen depositar las mareas en la arena. La Diputación va a poner en marcha un proyecto piloto en cuatro de ellas, en las que no retirará estos materiales, ya que de este modo están más protegidas contra la erosión que provoca el oleaje y el incremento del mar como consecuencia del cambio climático.

Según ha informado este jueves la diputada de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa, la prueba se va a llevar a cabo en las playas protegidas de Laga y Laida, la zona que pertenece a Muskiz de La Arena, y las dunas de Astondo, en Gorliz. En lugar de la limpieza mecánica, en ellas se realizará de forma manual, retirando únicamente los residuos de origen humano, como plásticos, escombros o textiles, y dejando la parte orgánica, excepto aquella que puede tener riesgo para la salud, como los animales muertos.

"Cuidar el medio ambiente no solo significa retirar residuos sino también comprender y respetar los procesos naturales que enriquecen nuestros ecosistemas", ha subrayado Atutxa. Y es que esos residuos naturales que llegan con las mareas, conocidos como arribazones, "ayudan a proteger el ecosistema y reducir la erosión". La prueba se realizará durante el invierno, "cuando las olas son más fuertes", y la limpieza mecánica se retomará en junio, coincidiendo con el inicio de la temporada de playas.

Además, para mantener informada a la ciudadanía, se han instalado carteles informativos en cada una de esas playas, "explicando qué son los arribazones y su importancia ecológica, junto a recomendaciones para un uso respetuoso de la playa también durante los meses de invierno", ha finalizado la diputada foral.