El Gazta Eguna estrenó en Turtzioz distribución de los cuarenta puestos de la feria, con el jurado de la Cofradía de la Putxera ubicado al lado del edificio consistorial y una larga hilera de puestos en la calle Esteban Terreros y Pando. Las reivindicaciones persisten, como manifestaron los productores en esta cita con el sector primario de Enkarterri y en particular la oveja latxa autóctona. “En lugar de ayudarnos, nos quitan las ganas de seguir. Como nos mantengamos en esta línea, lo mejor va a ser vender los animales y comprar directamente la leche”, así puso voz a la situación el navarro Gorka Flores. El tercer premio logrado en el concurso le insufló ánimos para continuar.
Se refería a los problemas que arrastra el sector y la respuesta institucional. Por ejemplo, “un apicultor de Tafalla me ha comentado que por los molinos eólicos está bajando la cantidad de miel de las abejas”. A él le preocupa la presencia del lobo en las sierras de Urbasa y Andía y los estragos que causa su irrupción al ganado. Él cuida un rebaño de entre 800 y 900 ovejas a las que “genera un estrés que permanece” hasta el punto de que cuando tiempo después ven un perro “ya tiemblan”, lo que también se puede traducir en que “no producen todo lo que deberían y sufren abortos”. Ángel Fernández, de Quesería Karrantza, le entiende muy bien. En el barrio de Bollaín cuenta con “diez mastines” para hacer frente a las cada vez más frecuentes incursiones de los lobos.
Relevo familiar
En el lado positivo de la balanza, no le falta relevo generacional, encarnado en sus dos hijos, que le acompañaron durante toda la mañana en el stand y le ayudaron a atender a la clientela. Algún día podrían coger el timón, como Soiartze Isusi, tercera generación familiar en la quesería Isusi de Sodupe y mención especial en el apartado local en el concurso de quesos de ayer, que le entregó Inés Palacio, vicepresidenta de la Mancomunidad de las Encartaciones. “Llevo seis años trabajando como ganadera joven”, explicó a pie de puesto, encargándose de “500 ovejas y sobre 200 cabras, así como yeguas, euskal txerri, pottokas y burros de las Encartaciones”. Las ovejas “empiezan a parir desde enero y las cabras en junio; en este último caso, la curación dura dos meses”, detalló una habitual de ferias como la de San José en Güeñes y Gure Lurreko Merkatua, que ayer se marchó de Turtzioz con un premio de 150 euros y el reconocimiento del jurado.
La Cofradía de la Putxera de Balmaseda puntuó los nueve quesos participantes en el certamen valorando, entre otros aspectos, “la corteza, color, forma, textura en boca y, por supuesto, sabor”, enumeró Ander Rivero. El alcalde de Turtzioz, José Manuel Coterón, entregó el tercer premio, dotado con 200 euros, a Poxtiñeneko gazta. El presidente de Enkartur y alcalde de Balmaseda, Alfonso San Vicente, felicitó por el segundo puesto, dotado con 350 euros, a Baskaran gaztak. El director de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia, Andoni Agirrebeitia, agasajó al ganador, Aranburu Gaztak, que se embolsó 500 euros.
“Tenemos que subir precios todos los años” para cubrir los costes de producción apuntó, hablando de dinero, Amaia Laskurain, de Antzuola, que sorprendió con quesos con albahaca, tomate, tomillo provenzal, cebolla o finas hierbas. Su quesería Amatxo se distingue por su sello ecológico: “las ovejas no llevan antibióticos ni pesticidas, disponen de más espacio y duermen sobre paja”, subrayó.
Concurso
Nueve participantes. Componente de la Cofradía de la Putxera de Balmaseda ejercieron de jurado para puntuar los nueve quesos inscritos en el certamen. Este año cambió la ubicación de la cata, de la plaza de toros a las inmediaciones del ayuntamiento. l Cuatro premios. Soiartze Isusi logró la mención especial a productor o productora local, dotada con 150 euros. El tercer premio, de 200 euros, fue a parar a Poxtiñeneko gazta, de Arbizu (Nafarroa). El segundo, de 350 euros, a Baskaran gaztak, de Markina-Xemein. Triunfó llevándose 500 euros Aranburu gaztak, de Idiazabal (Gipuzkoa).
