¿Se acuerdan de los años ochenta, cuando las fiestas comenzaron a prolongarse hasta la eternidad, se hacían interminables y uno no querían que acabasen jamás, quizás por la edad que gastaba...? Si quien lee esto no había nacido aún en esa década pregunte, pregunte a quien ya tenía edad para vivir aquellos años de despendole y frenesí, un tiempo del que salías con el esqueleto hecho trizas de tanto moverlo. En aquellos tiempos eléctricos, con tanta vibra, comienza el espectáculo del que hoy vengo a hablarles, Divas, el poder de la música, donde se celebra la vida a trepidantes compases.
Es, se lo cuento por si no han oído hablar de ello, un viaje temporal que traslada al público desde la fiesta disco de los 80 con iconos como Cher y Gloria Gaynor hasta las reinas del pop de los 90 y 2000 como Madonna, Kylie Minogue y Lady Gaga, sin olvidar a divas actuales como Beyoncé, Jennifer López, Shakira, Britney Spears, Christina Aguilera, Rihanna, Rosalía, Katy Perry y Dua Lipa. El show recrea tres noches inolvidables e interminables (el musical llegará hasta mañana sábado...) con una puesta en escena ad hoc para el Palacio Euskalduna, con más de treinta cambios de vestuario y la incorporación de una Drag Queen que ofrece una performance original y de lo más llamativa.
Todo nace del ingenio del canario Israel Reyes, conocido por su habilidad de crear espectáculos vibrantes y deslumbrantes donde el público es también protagonista y que “te lleva a las mejores pistas de baile de todos los tiempos”. Al reconocido talento del director canario se une un elenco de artistas entre las que destacan Thania Gil, Nereida Peña, Miss Marieme y Dácil Suárez, encargadas de dar vida a las divas que han marcado generaciones. ¡Cómo disfrutó el personal!
Por la ‘pista de baile’ desfilaron la memoria de Cher, Madonna, Lady Gaga, Beyoncé, Jennifer López, Shakira, Rihanna o Rosalía
Buena parte de la concurrencia conocía la inmensa mayoría de las canciones. No en vano se han convertido en auténticos himnos, bien porque los vivieron en primera persona o bien porque Spotify les enseñó el camino, les marcó el compás. Fuera caía en torrente la clásica lluvia de septiembre y Janire Aranguren y Begoña Izquierdo aseguraban que no había mejor refugio que el de este escena para un jueves pasado por agua. Eran dos de las personas que tomaban una cerveza en la cafetería del Euskalduna antes de entrar en ese mundo que tanto les apasionaba.
Al parecer tenían razón porque el gentío fue arracimándose. Lo miraba con una sonrisa el director gerente del Palacio Euskalduna, Iñigo Iturrate, acompañado por la diputada foral Leixuri Arrizabalaga, Xabier Legarreta e Ibette Candina. Como un rayo cruzaba la redactora de DEIA, Sandra Atutxa y a la misma velocidad Joseba Muguruza. A las puertas del Palacio Euskalduna aguardaban Arantza Martín, Yara Martín, Vega Martín, Belén Valle, Adrián Lorenzo y Mateo Callucci en grupo y Uxue Arroita, Eneritz Fernández y Olatz Fernández, la legión rubia. No podían disimular la sonrisa de la expectación Saira San Emeterio, Yara San Emeterio y Paqui Román, con las entradas en la mano y por la explanada del Pacio Euskalduna, huyendo de las aguas, se vieron a Izaskun Madariaga, Aitor Mendibelzua, Nekane Agirre, Irati Aiestaran, Agustín Bengoa, confeso admirador de Cher, Ainhoa Zarate y José María Santas, Luis Liberto, Mariví Peña y Julia Manso.
Era un sincesar, un continuo ir y venir de gente como Yeray Sampedro, Arantza Pérez , Aroa Sampedro, Galder Olmos, Aitziber Etxebarria, Miren Zulueta, Iñaki Hernández, Maite Asua, Naroa García, Begoña Fernández ; el cuarteto formado por Mari Carmen Rodrigo, María Ángeles González, Isabel Fuentes y Rosa Olabarria; Sara Aguado, Gorka Lorenzo y un buen número de gente que se acercaba a escena dispuesta a vivir un momento inolvidable, uno de esos días de los que hablarás tiempo después.