CON la llegada del verano y el aumento del turismo en Bilbao, el Azkuna Zentroa ha decidido ampliar su oferta de visitas guiadas. Este antiguo almacén de vinos se ha transformado en uno de los espacios culturales más emblemáticos de la ciudad, captando cada vez más la atención de turistas. Por ello, hasta el 1 de septiembre habrá recorridos de aproximadamente 30 minutos todos los días. A las 12.00 horas se ofrecerán en euskera y a las 13.00 y 18.30 en castellano, con inscripción previa a través de la página web. El objetivo de estas visitas es dar a conocer la historia y la actualidad de la Alhóndiga de Bilbao.

La Alhóndiga ha pasado por una gran transformación: de ser un almacén de vinos y aceite, a quedar en desuso durante años, para finalmente convertirse en un dinámico centro cultural. Berta Arribas, quien lleva 11 años ofreciendo visitas guiadas por el centro, comenta que la primera impresión que los visitantes tienen del edificio es de “no saber qué es”. “En general, el Azkuna Zentroa les sorprende. Al llegar, no saben si es un centro comercial o un museo, pero cuando les explicas su función y la reconversión que ha experimentado, se quedan muy impresionados”, señala. La primera parada de la visita guiada es en el atrio, donde se explica que el centro está dividido en tres bloques principales: la biblioteca, el centro de actividad física y el laboratorio de ideas. Luego, el grupo se traslada a la entrada principal, donde se sumerge en la historia del edificio. Todo comenzó en 1905, cuando el arquitecto Ricardo Bastida recibió el encargo de construir un almacén de vino y aceite. El arquitecto bilbaíno diseñó un amplio edificio de estilo modernista que resultó ser muy funcional. Durante 60 años, fue uno de los principales ejes comerciales de la villa. Sin embargo, el edificio tuvo que superar varios desafíos, como el incendio de 1919, que obligó a su restauración. La actividad decayó en los años setenta, y el edificio quedó abandonado durante varios años. Durante casi treinta años, la Alhóndiga estuvo en una situación de abandono, hasta que en 1999, el alcalde Iñaki Azkuna decidió convertirla en un centro cultural y de ocio”, explicó Arribas a los visitantes. El encargo de revitalizar este espacio fue confiado al diseñador francés Philippe Starck. Para la rehabilitación, mantuvo la fachada original, declarada Bien de Interés Cultural en 1999, logrando uno de los principales objetivos de esta transformación: el contraste entre el clasicismo exterior y la modernidad del interior. Una de las curiosidades que más llamó la atención a los participantes fue que las puertas principales del Azkuna Zentroa eran antiguas ventanas del almacén. La terraza fue la segunda parada del recorrido. Pero antes de subir, la poca luz y las 43 columnas del interior captaron la atención del grupo. El Azkuna Zentroa utiliza la mínima iluminación posible para recrear los orígenes del almacén de vino, y las peculiares columnas, diseñadas por Lorenzo Baraldi, cada una con su diseño, simbolizan la diversidad de culturas, arquitecturas, guerras y religiones que han marcado la historia de la humanidad. De hecho, el artista italiano bocetó alrededor de 800 columnas, de las cuales 43 fueron las seleccionadas por Starck.

Después de disfrutar de las vistas desde la terraza, el recorrido continuó hasta el auditorio, donde dos sillones amarillos destacan entre más de 400 asientos. “Starck dice que ningún evento sería posible sin la presencia del espectador, y busca que esas dos personas que se sientan ahí se sientan protagonistas”, subrayó la guía. El recorrido continuó por la sala de exposiciones, donde se encontraba expuesta la obra Allora & Calzadilla: Klima y por la zona de los cines donde se explicaron las actividades que se suelen organizar, como por ejemplo la Zinemateka. Arribas concluyó señalando que “de todo lo que hay en la Alhóndiga, las piscinas son lo que más llama la atención” y afirmó que “los visitantes salen muy contentos, sobre todo porque es gratuito y muy entretenido”.

EN BREVE

l Visitas guiadas. Hasta el 1 de septiembre se ofertarán visitas guiadas para conocer la historia y el proceso de transformación del Azkuna Zentroa.

l Horarios y duración. Las visitas tienen una duración aproximada de 30 minutos. A las 12.00 se ofrece una en euskera y a las 13.00 y a las 18.,30 en castellano. Es necesario realizar una inscripción previa en la página web.

l Visita a la exposición Los jueves a las 18.30 de la tarde está disponible una visita guiada a la sala de exposiciones que incluye varias ‘performance’.

INTERÉS TURÍSTICO

BERTA ARRIBAS “LAS PISCINAS ES LO QUE MÁS LLAMA LA ATENCIÓN A LOS TURISTAS”

La guía reconoce que las 43 columnas, la poca iluminacióny sobre todo, las piscinas es en lo que más se fijan los visitantes que realizan la visita guiada al Azkuna Zentroa.