Sopela quiere frenar el auge de los pisos turísticos y por ello el pleno municipal ha aprobado la suspensión de las licencias a este tipo de viviendas turísticas durante un periodo de un año. En esta línea, cabe recordar que a finales del año pasado, el Consistorio aprobó equiparar a nivel fiscal el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de los pisos turísticos con las viviendas vacías, aplicando un recargo del 50%.
El Ejecutivo local se encuentra en estos momentos elaborando el próximo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y la publicación del documento de avance “posibilita esta suspensión”, apuntan desde el Consistorio. Una medida que ya está en vigor tras ser publicada en el Boletín Oficial de Bizkaia.
En este sentido, en pleno desarrollo del futuro urbanístico de Sopela, desde el gobierno municipal consideran que se trata de un momento clave de “reflexión” en el que resulta “muy oportuno” suspender las licencias de viviendas turísticas. Luego, en la siguiente fase del plan urbanístico, que sería la aprobación inicial, el plazo de suspensión de un año podrá ampliarse otros dos más.
Decisión crucial
Se trata de una decisión crucial debido al tirón turístico de Sopela, cuyo número de viviendas destinadas a este fin es cada vez mayor, con un incremento notable en los últimos años. Así, en 2021 había registradas 19 viviendas de este tipo, mientras que en la actualidad son 74, es decir, un incremento del 390%. “Proporcionalmente, Sopela tiene más del doble que Getxo”, destacan desde el Consistorio.
Por este motivo, la “extracción” del mercado de estas viviendas en un municipio donde la oferta es tan escasa y cara se ha considerado “contraproducente” por parte del equipo de gobierno municipal. Además, teniendo en cuenta que estos alojamientos tienen menos control que los alojamientos turísticos tradicionales, ven “absolutamente necesario” regular su uso a nivel municipal. “Si queremos fomentar un turismo sostenible, el sector turístico debe estar controlado por las administraciones y es evidente que el Gobierno vasco no controla adecuadamente las viviendas turísticas. Antes de que el problema sea más grave, tenemos que tomar medidas”, sostiene el concejal de Desarrollo Local encargado del área de Turismo, Eder García.
Déficit de vivienda protegida
Sobre esta línea, el pleno municipal ha acordado también suspender en el plazo de un año todas las licencias urbanísticas en los suelos urbanizables de Loiola, Asu, Bareño, Zaldu y Ripa, en los demás suelos urbanos que todavía no se han construido y en los suelos no urbanizables. Se exceptúan de la suspensión las solicitudes que tengan por objeto licencias de obra menor, de piscina y rehabilitación de caseríos. Al igual que en el caso de las viviendas turísticas, esta suspensión está ya en vigor.
“En Sopela hay un gran déficit en vivienda colectiva de protección pública estimado en unas 200 viviendas. Si se continuara construyendo viviendas privadas de baja densidad en estas parcelas, se incrementaría ese déficit y eso no lo podemos permitir, ya que entra en contradicción con el borrador del PGOU que pretende absorber dicho déficit”, concluye el concejal de Urbanismo, Mikel Tapia.