María José Blanco es, actualmente, alcaldesa en funciones de Portugalete, pero desde hoy a mediodía pasará a ser alcaldesa a secas. Será la encargada de tomar el testigo de Mikel Torres y, también, la primera mujer en dirigir esta villa con más de 700 años de historia. “Es un honor y una responsabilidad enorme ser alcaldesa de Portugalete porque Mikel ha dejado el listón muy, muy alto”, reconoce Blanco, quien recibió el pasado miércoles el apoyo unánime de la ejecutiva socialista jarrillera para suceder a Mikel Torres.
Este mediodía se convertirá en la primera alcaldesa de la historia de la villa. ¿Cómo lo está viviendo?
—Siento muchísimo orgullo, pero también el peso de una responsabilidad enorme porque Mikel ha dejado el listón muy alto. Seré la primera mujer en alcanzar este puesto y sé que muchas miradas están puestas en mí y sé que hay muchas mujeres muy ilusionadas con el hecho de que una mujer llegue a la Alcaldía de Portugalete y es un plus de responsabilidad.
Desde hoy, Ezkerraldea contará con alcaldesas en sus cuatro municipios.
—Es algo que refleja el cambio que está viviendo la sociedad. Para llegar a este punto ha habido muchas mujeres que se han tenido que esforzar muchísimo y luchar. Aún quedan muchas cosas por las que tenemos que luchar, ámbitos en los que hay mucho trabajo por hacer por lograr una igualdad real, pero se está viendo la evolución en la sociedad y eso se refleja en los puestos de responsabilidad.
La renuncia de su predecesor, Mikel Torres, llegó hace dos semanas. ¿En este tiempo de transición ha analizado mucho los pros y contras de dar el salto a la Alcaldía?
—Sé que es un paso importante el que doy y siempre he mostrado mi disposición a estar en el punto en el que mi partido considere que pueda hacer un mejor trabajo. Esa disposición me la genera la propia responsabilidad que tengo, que no es otra que trabajar y servir a la villa de Portugalete, ya fuera como técnico cuando empecé, hasta ahora como concejal y, a partir de ahora, como alcaldesa. Nunca pensé en llegar a alcaldesa, como tampoco pensaba hace trece años en ser concejal.
El miércoles recibió el respaldo de la agrupación socialista jarrillera. ¿Fue eso el impulso que necesitaba?
—Fue muy emocionante recibir el apoyo de mis compañeros y compañeras porque tú trabajas con toda la ilusión y sentir la confianza de la gente, te impulsa y te da fuerzas para lo que viene.
Tras estos días de locura, el lunes llegará el momento de empezar una nueva etapa. ¿Tiene ya planeado cómo reestructurar el equipo de gobierno?
—Es algo que vengo pensando en las últimas horas, pero aún debo reunirme con mis compañeros y compañeras para cerrar la nueva estructura.