"Hola, buenos días. Una chica quiere golpear a mi hija a la salida del colegio y me gustaría saber si alguien puede ir a recogerla". Así comienza el desgarrador mensaje de una madre de Portugalete en el grupo de Facebook del municipio, que cuenta con casi 22.000 miembros. Su hija, que acude a un centro educativo de la villa jarrillera, sufre bullying por parte de alguna de sus compañeras y ella no puede ir a recogerla debido a su horario laboral.

Esta mujer incluso ofrece pagar a aquel que pueda acompañar a casa a la menor. La respuesta ha sido unánime. Algunos de los usuarios se han ofrecido personalmente para ir a recoger a la niña: "No se puede permitir que una madre tenga que llegar a estos extremos para proteger a su hija", han escrito. Otros han aconsejado a la desesperada madre que acuda a las autoridades para dar a conocer el acoso al que está siendo sometida su hija.

El acoso fuera de las aulas

La madre ha relatado en su mensaje que el colegio está ayudándola en todo momento en esta difícil situación. Sin embargo, una vez que los abusos van más allá de las puertas del centro es donde surgen los problemas.

Sin duda, este anuncio pone de manifiesto una problemática del bullying que habitualmente no es tan visible. La imposibilidad de los padres de proteger a sus hijos fuera de las aulas cuando no pueden estar presentes.